La casa de paz

Por Nick K.

RELATO
¿Has notado que estando en casa uno se siente diferente que estando en otro lugar?  Nuestra hogar debería ser el lugar más seguro. Si afuera hace frío, la casa debe estar caliente. Cuando tienes hambre, en casa debe estar la comida preparada. Cuando hay problemas afuera, la casa debería ser el lugar donde te alejas de ellos…excepto cuando la casa está dividida. 

Todos sabemos cómo es cuando las cosas no van bien en casa. Pero aunque no todo sea perfecto, tenemos la promesa de lo que una casa debe ser.  

ESCRITURA
Lee 2 Samuel 7:11–14.

PIENSA
¡Esta es una Escritura interesante sobre la paz! Por un lado, suena asombroso. Dios promete a David un linaje familiar que tendrá Su bendición para siempre. ¿Puedes imaginar un país donde habría paz para todos? ¡Suena genial!

¿Leíste la ultima parte? Mientras el rey siguiera a Dios, las cosas irían bien; pero sí se apartara del camino de Dios, tendría un castigo. ALERTA DE ADELANTO: El hijo de David falla al seguir a Dios como debía y el linaje de David parece caer en la ruina.

¿Significa que el plan de Dios de establecer un reino de paz eterno se ha terminado? ¡No! Esta promesa no es solamente acerca del hijo de David, (Salomón), sino acerca de un Hijo que vendría cientos de años después. Jesús es el Rey en la genealogía de David y también es el Hijo de Dios. Cuando los países y los reyes fallan, Jesús trae la paz verdadera y duradera que esperamos.

¿Recuerdas lo que dijimos acerca de nuestra casa? Queremos que en nuestra hogar todo esté bien. Eso es paz. En el tiempo de David, su familia no pudo tener la perfecta paz, así como cuando en nuestras casas algo no está bien. Pero Dios ha puesto en nuestros corazones la idea de paz y de una casa porque un día, Jesús cumplirá la promesa que Dios hizo hace mucho tiempo atrás

HAZ ALGO
¡Tú puedes ser esa paz para alguien hoy! Sal con alguien de tu familia y juega, luego vuelve a casa y lean algo juntos.  

ORA
Amado Dios, gracias por la paz que traes a través de Jesús. Ayúdame a sentir la paz que Tú me has dado. ¡Ayúdame a hacer que otros se sientan en casa! Amén.