Armas de guerraMuestra

Otra poderosa arma espiritual es el "Nombre de Jesús". El nombre del Señor no es sólo una poderosa torre de defensa, también es nuestra contraseña espiritual en la oracion. Jesús instruyó a Sus seguidores a orar al Padre en "Su nombre” (S. Juan:16:23 RVR1960).

Somos salvos por Su nombre: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12 RVR1960). También somos bautizados en Su nombre (Hechos 2:38 RVR1960). Milagros, señales, y maravillas son hechos en Su poderoso nombre (Hechos 4:17 RVR1960).

Cuando el joven David estaba luchando contra Goliat, él se jactó de venir contra el gigante, no con armas físicas, pero en el nombre de su Dios. “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado" (1 Samuel 17:45 RVR1960).

El joven David sabía que el nombre del Señor es una poderosa arma en el reino espiritual. El mundo espiritual de las tinieblas sabe el poder y autoridad del nombre de Jesús y tiembla. “En mi nombre” Jesús dijo, “ellos echarán fuera demonios y hablarán nuevas lenguas” (Marcos 16:17 RVR1960).

Toda esa dinámica de autoridad espiritual es en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, Él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo" (Juan 14:12, 13 RVR1960).

Su nombre es una poderosa arma porque representa todo lo que Jesús logró tanto en el reino natural aquí en la tierra como en el reino espiritual. Cuando declaras “el nombre de Jesús” con fe es como si Jesús mismo estuviera sanando al enfermo, echando fuera demonios, y levantando a los muertos. “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla”. (Filipenses 2:10 RVR1960).