Nuestro Dios reinaEjemplo

La esperanza tiene la habilidad de aliviar nuestras tensiones sobre la política y las leyes en cualquier situación. La Biblia está llena de historias de personas con esperanza de que Dios los librará (Jeremias 29:11). Eso es en realidad un sentimiento de confianza. 

Al finalizar estos cinco días en los que aprendimos a confiar en Jesús, independientemente de presidentes, gobernantes o gobiernos, vemos que la esperanza es como una manta que envuelve todo. El diccionario Merriam-Webster la define:

1. Desear con expectativa de obtención o cumplimiento

2. Esperar con confianza

Nuestra esperanza es cierta. Jesús ya venció al pecado y la muerte. Nuestra esperanza es la vida eterna en Jesucristro nuestro Señor (Romanos 6:23). El pagó el precio por nosotros, concediéndonos una relación con el Padre a través de Él y el acceso al poder del Espítu Santo. 

La esperanza nos ayuda en tiempos díficiles. La esperanza de que Jesús hace todo para Su bien (Romanos 8:28). La esperanza que Jesús regresará para llevarnos a nuestra morada eterna (1 Tesalonicenses 1:10). 

La esperanza futura puede ser fácil pero la del presente es difícil. En la Biblia, uno de los mejores ejemplos de esperanza es Daniel 3. Sadrac, Mesac, y Abednego habían servido a su gobernante terrenal, Nabucodonosor, aunque no compartían ninguna de sus normas y valores culturales. 

Cuando llegó el momento de elegir obedecer a un gobernante terrenal o a Dios, los tres jóvenes decidieron obedecer a Dios aunque sabían que esto les costaría la vida (Daniel 3:16-18). Ellos, tenían la esperanza de que Dios los salvaría. Pero aún más, tenían esperanza en las promesas de Dios para la vida eterna. 

Ellos prefirieron obedecer a Dios en vez de vivir. Esta es una esperanza sobrenatural, y es para todos. Si tenemos esperanza en Jesús, encontraremos gozo en cualquier situación, gobierno y presidente o rey. Ella estará fundada en el Rey de Reyes, El Nombre sobre todos los nombres: nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo (Tito 2:13).