Pacto EternoMuestra

Semana 2 - Día 3 

Lectura: Éxodo 31:12-17; Marcos 2:23-3:6

DEVOCIONAL: Marcos 2:27-28

Y Él continuó diciéndoles: «El día de reposo se hizo para el hombre, y no el hombre para el día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo».

En el Texto

La idea de un día de reposo se puede ver desde el comienzo de los tiempos. Por seis días el Señor trabajó en la creación, y luego descansó en el séptimo. En el Monte Sinaí, Él incluyó la práctica del día de reposo en la ley. Dios le dijo a Moisés que le hablara al pueblo acerca de la importancia de guardar el día de reposo. Para cuando Jesús vino, los líderes religiosos habían creado un montón de reglas estrictas para el día de reposo que no era lo que Dios dijo originalmente. Jesús les recordó a Sus discípulos que, si bien el día de reposo no es obsoleto, no debería ser una carga ya que fue diseñado para nuestro beneficio. 

Al guardar un día de descanso en nuestra semana estamos haciendo lo que Dios hizo, y le damos a nuestros cuerpos y mentes una pausa para así poder continuar haciendo aquello para lo que Dios nos ha llamado. Este pacto apunta aquel día en que entraremos al reposo eterno. Uno que no tendrá fin. Descansaremos del mal y del pecado, de la preocupación y las cargas, de las dificultades y el dolor. Encontraremos reposo eterno cuando habitemos con Dios en Su ciudad y eso será glorioso.

Oración

Señor, Tú nos hiciste y conoces cómo funcionamos mejor. Nuestros cuerpos y mentes necesitan descanso, por eso nos diste el día de reposo. Ayúdanos a amarlo, y a que guardamos ese día para enfocarnos en Ti, para estar con nuestra familia y descansar nuestros cuerpos para que podamos continuar en las buenas obras que nos has llamado a hacer. Ayúdanos también a recordar que nuestros pequeños días de reposo aquí en la tierra apuntan a un día de reposo mucho más grandioso que experimentaremos cuando te veamos cara a cara. Amén.