Los últimos días de Jesús (La gran Pascua)Muestra
~En la cruz~
Llegó la hora, Jesús en sus últimos momentos de vida confío en el Padre que Él lo estaba guardando y protegiendo. Después de que Jesús fue ante el concilio fue mandado ante Poncio Pilato gobernador de Judea, los sacerdotes daban falsas acusaciones y Pilato mandó a llamar a Jesús y él le pregunto: ¿Tú eres el rey de los judíos? Y Jesús le dijo: lo dices por ti mismo o por qué escuchaste decirlo de otros y él le dice: ¿Eres tú un rey? Y Jesús le responde: nací para ser rey, pero mi reino no es de este mundo, aquel que escucha la verdad escuchará mí voz y Pilato le dice: ¿Qué es la verdad? (La verdad es la palabra viva y eficaz de Dios, Él era esa verdad). Pilato se dirige al pueblo y dice: el emperador Cesar hace un gesto de buena voluntad ¿A quién quieren que suelte a Barrabás o a Jesús el que se hace llamar rey de los judíos? y todos gritaban suelten a Barrabás. Y Pilato angustiado le dice: y que quieren que haga con Jesús, y satanás gobernando las mentes y los corazones de todos y de los sacerdotes gritaban: ¡CRUCIFIQUENLO! Pero Pilato mando a azotarlo (antes los instrumentos para azotar tenían trozos de huesos y piedras y las puntas eran amarradas con metales doblados para lastimar la piel) después de eso los soldados le pusieron una corona llena de espinos, le pusieron una túnica púrpura y una vara en su mano como cetro, se burlaban de Él y le pegaban con palos en el cuerpo, en la cara y le daban bofetadas; fueron momentos muy tristes y dolorosos. Pilato dice: mírenlo como está quieren que maten a su rey y el pueblo insistía en matarlo. Pilato no entendía que estaba pasando, por qué lo querían matar si él no encontró ninguna acusación; la esposa de Pilato le dice que no lo mate porque ella había soñado con Él. Pilato le dice a Jesús: no te das cuenta que tengo el poder de matarte o no y Jesús le dice: Tú no tienes ningún poder sobre mí, si no te la ha dado el Padre, Pilato le dice al pueblo: yo no encuentro ninguna acusación así que ustedes lo están matando; soy inocente de su sangre, las personas decían: su sangre será derramada sobre nosotros e hijos. De inmediato Pilato se lava las manos diciendo: yo soy inocente de su muerte.
Luego le dieron a Jesús una cruz muy pesada para que la lleve en sus hombros y fue así como se dispuso a llevarla hacia el monte llamado Gólgota o también la Calavera. Jesús con dolor, sin fuerzas llevó la cruz, cayendo varias veces, golpeado hasta el fin, algunos llorando y otros insultándolo, tirándoles cosas, empujándolo, pero no fue el peso de la madera que llevó en sus hombros, fueron nuestros pecados.
Jesús ya no podía más y un hombre le ayudó a cargar su cruz. Llegando al lugar, amarraron sus manos y las clavaron, pusieron sus pies en la cruz y se la clavaron, también colocaron una inscripción que Pilato mandó a escribir que decía: JESÚS DE NAZARET, REY DE LOS JUDIOS y lo levantaron. Jesús dijo: Padre perdónalos, no saben lo que hacen. Todos se burlaban aún de Él, llegando la tarde Jesús exclamó diciendo: Padre por qué me has abandonado y también dijo: todo se ha cumplido. Y dio sus últimas 7 palabras: PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU y expiró. Al momento de que Jesús murió, hubo un terremoto, el velo se rasgó, bajaron a Jesús de la cruz y fue enterrado.
Sabemos que Jesús entregó su vida por nosotros y por el mundo. Recordemos que la muerte de Jesús fue su aguijón, era su propia prueba que la paso al resucitar. Si Jesús entrego su vida tú debes de entregarle tu corazón como agradecimiento. “Nuestros pecados fueron clavados, nuestras culpas lo coronaron y nuestras dolencias lo azotaron”. Así como Jesús clavo los pecados del mundo, así debemos de clavar nuestro viejo hombre en nuestra cruz, clavar nuestras tentaciones, dolores, pruebas y sufrimientos, etc. Recordamos el versículo de Juan 3:16, lo sabemos, pero en realidad no lo entendemos, porque si dice: Dios amó al mundo y por medio de Jesús somos salvos, por qué seguimos escuchando la voz del enemigo. Es verdad nosotros no somos perfectos, pero depende de nosotros buscar esa perfección y la encontramos con la intimidad y el acercamiento a Cristo; si Él habita en nosotros, somos más fuerte que cualquier gigante, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Jesús a pesar de todo lo que le hicieron Él perdonó a todos en la cruz; así debemos de perdonar y amar como Él lo hizo, Él nos perdona cuando ve un corazón arrepentido y depende de ti a no volver a cometer ese mismo pecado; Él te dice no vuelvas a pecar más y debes de inclinarte a los pies de Cristo y buscar más una intimidad con Dios. Cristo siempre es nuestro mayor ejemplo a seguir, Jesús nos demuestra que no debemos de ver los errores de la gente sino amarlos «hay de aquel que ve el pecado de uno, si primero no se da cuenta de su pecado interior» Jesús nos enseña humildad. Como la gente gritaba crucifíquenlo, nosotros también le gritamos eso cuando nos apartarnos de Él y no lo buscamos, cada vez que pecamos le ponemos un clavo a Jesús y debemos de recordar de que si Él murió por ti es para que no caigas en el pecado y Él se pregunta ¿por qué lo sigues haciendo? Todo depende de ti, tienes que dar el primer paso y soltar, dejar todo, no hagas que el proceso sea largo. “El proceso es largo cuando no hay un corazón dispuesto y el proceso es corto cuando entregas todo y tienes ese corazón dispuesto”.
Al momento de que el velo se rasgó, se pudo ver el lugar santísimo del templo (donde se encontraba el arca del pacto) eso significa que al momento de Jesús ser crucificado nos dio un paso directo con el Padre y ya nada nos va a impedir a que nos acerquemos a Él, Cristo nos dio esa conexión directa; pero primero debemos de buscar a su hijo, pues nadie va al Padre si no es por Él. Cada vez que estemos en momentos difíciles digamos: Padre en tus manos encomiendo mi espíritu y Él nos va a ayudar y a respaldar. Él es escudo y enviará a sus ángeles a protegerte.
Él murió por ti, entregando su vida por la tuya, no era justo que la remplazara pues Él no era el pecador ya que la paga del pecado es la muerte, eso lo hizo porque se acordó de ti. “Él no vio los clavos, no vio la corona, no vio los látigos, no vio los golpes, no vio las acusaciones, no vio la traición, no vio la cruz, no vio la muerte; lo único que vio era a un hijo salvado, perdonado, amado, restaurado, limpiado y liberado.
¡Él lo hizo por ti!
Y tú ¿Cuándo le das las gracias por todo lo que Él hizo por ti, si a Él no le importo su vida, sino la tuya?
Recuerda:” Dios te ama♥️y eres especial para él”
Yo soy su hij@
¡SHALOM!
Acerca de este Plan
Jesús les había anunciado más de tres veces a sus discípulos que Él iba a ser entregado en Jerusalén para ser condenado a muerto. En aquellos días Jesús demostró amor, perdón y salvación. En ocho días conoceremos, qué paso en los últimos días de Jesús, como fue su crucifixión. Aprenderemos la verdadera importancia de la Pascua. Y tu, ¿estas listo para conocer los últimos días de Jesús?
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Nos gustaría agradecer a Gian Carlo Maingón Vallejo y Casa de Oración Puerta del Cielo por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.instagram.com/jn_giancarlogc/ |