~ Una noche triste ~

Jesús llegando al Getsemaní, llama a tres de sus discípulos para que vayan con Él a orar y los demás se quedaron aparte. Jesús oro tres veces diciendo: Padre si es posible que pase de mi está copa, pero que sea tu voluntad y no la mía, luego Él encontró a sus tres discípulos dormidos. Llegó la hora de que el traidor llegará; beso a Jesús y preguntaron ¿Quién es Jesús? y apenas el Señor dijo: “YO SOY” los soldados cayeron al piso. Pedro al ver que Jesús fue apresado, vino con una espada y le cortó la oreja a un soldado, Jesús inmediatamente le dice: ¡Pedro! a espada matas y a espada morirás, suéltala, rápidamente Pedro la soltó y el Señor sano al soldado y los demás discípulos huyeron. De ahí Jesús fue llevado ante el sacerdote Anás, lo interrogan y se lo enviaron ante Caifás y él le hace la famosa pregunta: ¿Eres tú el hijo de Dios, el Mesías prometido? Y Él dijo: LO SOY, le dieron veredicto de muerte y de ser culpable y la sentencia era la crucifixión y en medio de todo eso Pedro lo niega tres veces y todos los discípulos se han ido por miedo, menos uno, Juan.

 Vemos aquí una historia, de desesperación, negación, traición, muerte, sentencias, acusaciones, juzgamientos, tristeza, dolor, quebranto, etc. Si Jesús vivió todo eso, más aún nosotros, viviremos o sentiremos eso. En el mundo pasan muchas cosas, habrá personas que se alejen de ti, que te hagan sentir mal, pero, así como Dios estuvo con Jesús en todo el momento de su sentencia y muerte, así Jehová estará contigo y su presencia estará donde quiera que vayas, así como Dios sintió dolor al ver como maltrataban a su hijo, así Él siente dolor cuando nos pasan las cosas «todo lo que pasa no es por gusto, siempre habrá un propósito». Dios no nos envía las pruebas para vernos decaídos, más bien es porque Dios nos quiere hacer valientes y mediante esas pruebas crecemos y somos más fortalecidos «debemos darle gracias al Señor por las pruebas, porque Él nos quiere ver en otro nivel y eso significa de que está pendiente de nosotros». La crucifixión era el aguijón que Jesús tenía que pasar, Dios no le mando ese aguijón para verlo destruido, sino para levantar a un salvador que limpie y restaure al mundo y al tercer día se levante en gloria. Permite que Cristo te lave y te haga nueva criatura. “Fortalécete en Cristo” Él es el único camino que debes de seguir, el camino de salvación y ese camino es lámpara a tus pies, no busques el camino del mundo ni sus tentaciones. Él es la verdad «toda su palabra es manantial de verdades que purifican hasta lo más íntimo y profundo de tu ser». Como Él le dijo al Padre que se haga su voluntad y no la de Él así también debemos de pedir en nuestras oraciones que no sea nuestra voluntad sino la de Dios, no es a nuestro tiempo, ni modo, ni a nuestra voluntad, sino la de Dios. Él te da las cosas cuando vea el momento oportuno y si es que será de bendición. No te quedes dormido como los discípulos, no tengas pereza espiritual, siempre mantente orando y en comunión con Dios. Van a ver personas que te acusen, pero recuerda más fuerte es el que está en mí, que el que está en el mundo.

Jesús recibió golpes, acusaciones, fue traicionado, hasta fue sentenciado a muerte y lo hizo solo por ti, para que tú fueras salvó y te liberes de las cadenas del enemigo.

¡Él lo hizo por ti!

Y tú ¿Qué le vas a dar al Señor, sabiendo que Él dio todo por ti?

Recuerda:” Dios te ama♥️y eres especial para él”

Yo soy su hij@

¡SHALOM!