AprendizMuestra

¡Tan común, como un desayuno de huevos, frijoles y pan! Así me sentía a mis 19 años

Durante esa época de mi vida, sentía que no sobresalía en nada y no  sentía que tuviera talentos

En cambio, mis amigos en la iglesia tenían bien claro cuáles eran sus ministerios. Yo los admiraba porque conocían lo que querían hacer para Dios los siguientes años. 

Un día me encontré llena de nervios preguntándole a mi pastor de jóvenes ¿Cuál cree usted que es mi talento? Y me respondió entre risas:  “usted es buena para amar, me recuerda mucho a mi hijo menor, ambos son un corazón andando”

En ese momento me desanimé y me pregunté ¿Qué tiene de especial amar?.  Sentí su respuesta como un premio de consuelo. Pero ahora comprendo que AMAR, es más que decir palabras bonitas, abrazar, besar y planear sorpresas, es  algo tan especial, que mi anhelo es ser buena aprendiz de Cristo

Amar es tan importante, que es uno de los mandamientos principales.  El amor de Dios es la razón por la que tú y yo existimos. Es por ese mismo amor tenemos acceso al padre a través de su hijo Jesús. Aprendamos más sobre esta palabra de cuatro letras que abarca tanto significado.

En la Biblia encontramos tres tipos de amor. 

1) El amor Ágape, que describe el amor de Dios por nosotros. 

2) El amor Fileo, es el amor de familia y amigos.

3) El amor Eros, el amor de una pareja. 

Sí, son diferentes tipos de amor, pero todos con un mismo propósito. El amor es una decisión racional, que se entrega por convicción y no por emoción. Para amar de verdad necesitamos aprender de Dios, la fuente del amor.

Así como el músico y la bailarina ensaya horas y horas antes de salir al escenario. El amor también es un talento que para desarrollarlo requiere ser aprendido y ejercitado. Así que sí les parece, seamos aprendices ¡juntos!