Un año de películaEjemplo
GÉNESIS
Cuando me compré mi último teléfono móvil, no me preocupó la forma ni la gran mayoría de las especificaciones, ni el color... sólo me importaba un detalle, la capacidad de la memoria: quería colocar en él las casi 40.000 canciones que tengo grabadas. Me encanta la música de todos los estilos, culturas, épocas, etc. Y cada vez que escucho una canción me hace recordar el carácter de Dios, por algo muy sencillo: Él ha creado miles de millones de personas, y las ama a todas.
Las primeras palabras del libro del Génesis, y por lo tanto, de la Biblia, nos enseñan que Dios es el Creador: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1 RVR1960). Cuando leemos ese primer libro encontramos el principio de todo: la creación, el ser humano, la caída, las primeras familias, los primeros pueblos, el primer juicio... Moisés lo escribió para enseñarnos cómo Dios nos crea con el objetivo de que vivamos en su presencia y disfrutemos no sólo con Él, sino también con todo el universo que hizo para nosotros. El problema fue que el ser humano se rebeló contra el Creador y le dio la espalda, de tal manera que, desde ese momento, no sólo perdimos nuestra relación con Dios, sino también con nosotros mismos, con los demás y con la naturaleza. Al perder a Dios, lo perdimos todo.
Dios ya sabía lo que iba a ocurrir, así que no sólo nos buscó y nos vistió cuando estábamos desnudos, sino que prometió un Salvador que pudiera restaurar por completo nuestra vida. Dios no quiere que nadie se pierda; si alguien lo hace, es en contra de su voluntad. Esa es una de las razones por la que el libro del Génesis es tan actual; cuando lo leemos, aprendemos que al volvernos al Señor, nos encontramos a nosotros mismos. A través de las diferentes historias del libro comprendemos que cuando le seguimos a Él, nuestra vida tiene sentido.
A lo largo del Génesis, nos vamos encontrando con hombres y mujeres que experimentaron la guía y el cuidado de Dios en muchos momentos de sus vidas. Las decisiones que tomaron, tanto buenas como malas, influyeron en la historia de la humanidad hasta límites insospechados. A veces olvidamos que todo lo que hacemos no solamente tiene consecuencias para nosotros, sino también para las personas que nos rodean, y para nuestros descendientes.
Por eso la decisión más importante para nosotros es si vamos a vivir cara a cara con Dios, o le vamos a dar la espalda. De esa decisión depende toda nuestra vida, no sólo aquí, sino también por toda la eternidad.
Escrituras
Acerca de este Plan
Con su estilo ilustrativo y lleno de emoción, Jaime nos presenta historias acerca del mundo del cine, relacionándolas con el inmenso amor que Dios nos muestra cada día.
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Nos gustaría agradecer a Our Daily Bread por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://nuestropandiario.org