Nuestro Pan Diario Para MadresMuestra
Etapas de la vida
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
ECLESIASTÉS 3:1 RVR1960
Cuando era pastor, gran parte de mi ministerio estaba dedicado a las madres. Las visitaba en el hospital y me regocijaba con ellas por sus preciosos bebés que acababan de llegar a este mundo. Aconsejaba a las madres ansiosas y trataba de consolarlas asegurándoles que Dios cuidaba a sus hijos adolescentes rebeldes. Acompañaba a otras junto a las camas de sus hijos heridos o enfermos, y percibía cuánto sufrían. Y lloraba con ellas ante el dolor de la muerte de un hijo.
María, la madre de Jesús, también experimentó momentos de gozo y de tristeza. Qué alegría habrá sentido cuando nació el niñito Jesús (Lucas 2:7); qué emoción cuando los pastores y los sabios fueron a adorarlo (Lucas 8-20; Mateo 2:1-12); qué intranquilidad cuando Simeón profetizó que una espada le atravesaría el alma (Lucas 2:35); ¡y qué sufrimiento desgarrador mientras veía a su Hijo muriendo en la cruz (Juan 19:25-30)! Pero sus etapas como madre no terminaron con aquella escena terrible, sino que también se regocijó cuando Jesús resucitó de la tumba.
Las madres, y todos los demás, experimentan muchas alegrías intensas y tristezas profundas, pero, cuando entregamos nuestro ser al Señor, cada etapa de la vida puede servir para cumplir los eternos propósitos divinos. —Herb Vander Lugt
Escrituras
Acerca de este Plan
Querida madre, este devocional Nuestro Pan Diario fue preparado especialmente para ti. Es nuestro deseo que Dios transforme tu vida a medida que medites y pongas en práctica las verdades bíblicas presentadas en cada uno de los artículos.
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Nos gustaría agradecer a Our Daily Bread por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://nuestropandiario.org