Abrumada Por Mis Benediciones (Parte 5)Muestra

ANIMANDO A LOS HOMBRES

Animar a los hombres que están en nuestras vidas puede ayudarlos a creer en sí mismos.

Tal vez hayas estado en este asunto del matrimonio por un tiempo. Al igual que ser madre, es posible que las cosas no vayan de la manera que imaginabas en tus sueños de cuentos de hadas. Para otras de ustedes, no fue nada bien. El matrimonio es difícil y funciona mejor cuando ambos socios están invertidos al 100%.

Si estás casada y tiene dificultades para ser alentadora, no te desesperes. Se volverá más fácil a medida que decidas animar a tu esposo.

Para aquellas que no tienen esposo, especialmente si tu esposo dejó a tus hijos, aprende a alimentar a tus hijos para que se conviertan en transformadores del legado. La devastación que dejó su padre no es algo que quieras que tus nietos soporten.

Llena el tanque de amor de tu esposo o hijo con tus palabras amorosas y amables, tu respeto y admiración. Edifícalo. Dale inyecciones de esperanza y coraje, llenando su mente y corazón con tu fe en él.

Aquí hay algunas sugerencias para que pienses:

“Gracias por trabajar tan duro por nuestra familia. Significa más para mí de lo que digo a veces, pero quería que supieras que lo noto ".

“Tu espíritu tranquilo y sereno es justo lo que necesito. Dios supo cuando te trajo a mí".

“¡Me alegra tanto de que seas tan fuerte! Nunca podría haber movido ese sofá sin ti ".

"Cuando me abres la puerta, me siento tan amada y apreciada".

De acuerdo, estas pueden no ser tus afirmaciones. De hecho, tu esposo o hijo pueden estar fallando en muchas de estas áreas mencionadas, o incluso más, pero aún necesitan tu aliento. Si bien sabemos que nada de lo que decimos puede cambiar un corazón, nuestras palabras duras a menudo pueden hacer que un hombre se sienta desilusionado.

No caigas en la trampa de pensar:

"No, yo no hago eso".

"¡Por milésima vez, por favor, baja el bizcocho del inodoro!"

"Tú por qué siempre ___________?"

"Desearía que ___________".

"Eres demasiado duro con los niños".

Estas críticas no deseadas brotan de nuestra boca ofreciendo solo abatimiento, desánimo y desilusión a nuestros hombres. ¡Y nos preguntamos por qué nuestros maridos e hijos se están volviendo distantes y ya no se abren con nosotras!

Si esto toca tu corazón, pídele perdón a tu esposo, hijo o cualquier hombre en tu vida. Se vulnerable y pídale que te avise cuando tus palabras o críticas lo lastimen.

Comienza a agregar palabras de aliento a tusconversaciones con él todos los días. Ponle notas en su maletín o lonchera. Envíale mensajes de texto a lo largo del día con palabras y pensamientos amables, no con lo que acaba de romperse y quién necesita disciplina o lo que se le olvidó hacer. Recuerda decirle todo lo que significa para ti. Y, siempre que pienses en algo positivo de él, díselo, ¡inmediatamente!

Tus días de mami eventualmente llegarán a su fin, pero con suerte, los días siendo esposa continuarán. ¡Aprecia a tu hombre ahora para que esos años futuros juntos sean emocionantes y llenos de amor y alegría!

Ustedes, madres solteras, comenzarán una nueva etapa de la vida. ¡Continúa construyendo y animando a tus hijos para que tengan una relación duradera!

Madres casadas: Padre, sé que no siempre soy buena animando a mi esposo y, a veces, es realmente difícil encontrar cosas positivas que alabar. Después de cuidar a los niños y la casa, a menudo me quedo sin nada para él y me sorprendo exigiendo y mandando, en lugar de edificarlo. Te confieso esto y oro por un corazón y una mente abiertos, reeducándome para ofrecerle aliento. Dame la audacia y la humildad para admitirle mis fallas y el coraje para arreglar las cosas. Sé que me mostrarás el camino.

Madres solteras: Padre, tú y yo sabemos que elogiar no fue fácil para mí, ya que a veces era difícil encontrar algo positivo que decir. Oro para que el legado roto de mi pasado no se lleve a mis hijos. Que mis palabras para ellos sean edificantes y alentadoras, recordándoles quiénes son y quién eres tú para ellos. Que tú seas su padre y tú mi esposo. (Isaías 54: 5) Gracias por Tu amor que nunca falla.