“Noches sin luz, pero con estrellas” 

Observo las estrellas y me pregunto que habrá pensado Dios mientras las hizo, por qué les dio ese orden, o por qué las hizo tan lejanas, y llego a mi propia conclusión de que las hizo para noches sin luz. 

Para noches en donde la corriente eléctrica que mantiene viva nuestra señal de wifi o la batería de nuestro teléfono se vaya sin previo aviso (para nosotros) y salgamos a apreciarlas porque son sinónimo de su Majestad. 

Para noches, sin el avance de la tecnología que separa la comunicación entre hermanos, hijos y padres, para noches donde los problemas que nos agobian, las circunstancias que están fuera de nuestro control queden ahogadas ante la inmensidad de su poder. Como la intensidad de la oscuridad queda ahogada ante la inmensidad de la luz de las estrellas. 

Para noches, donde me hace concientizar que la familia y la comunicación con ellos es más que la pantalla de un móvil, de mi Tablet o mi computador. 

Para noches sin luz donde Él quiere darle una pausa a mi vida, al mundo mental en el que me envuelvo y a la vida "real" en la que me desarrollo y hacerme recordar que, si Él llama a cada estrella por su nombre, entonces todo va estar bien.

 ¡Él tiene el control!