Posturas de Adviento: un devocional diario de NavidadEjemplo

¿Podemos ser sinceros? A veces es mucho más fácil y atractivo pensar solo en nosotros mismos.

Resulta incómodo admitirlo, pero si somos verdaderamente honestos, vemos que preferimos cuidar de nosotros mismos, hacer lo que queremos y organizar nuestras vidas de la manera más conveniente para nosotros.

Es muy fácil que convirtamosnuestras familias, nuestras prioridades y nuestros planes en el centro de nuestros mundos.

No es un pensamiento realmente cálido y es confuso para un devocional de Adviento, ¿verdad?

Pero la Navidad es una época hermosa para comprobar cómo nos va con la humildad y la entrega. Al considerar la encarnación de Cristo, el acto supremo de humildad y entrega, se nos invita a tener la misma mentalidad que Cristo. Cristo, que siendo Dios, tenía todos los motivos para señorear ese poder sobre nosotros, eligió la humildad, el servicio y el hacerse humano.

Pablo, el escritor de Filipenses, centra su atención en el ejemplo de humildad de Cristo.

Él es divino, pero eligió encarnarse.

Él experimenta una comunión íntima y perfecta con la Trinidad, pero eligió una familia terrenal.

Él es Dios, pero eligió entrar en el quebranto de la creación para estar con nosotros y hacer nuevas todas las cosas.

Al ser llamados a la generosidad en esta temporada, es importante humillarnos ante el Señor Jesús con las rodillas dobladas y llegar a lo quebrantado del mundo para llevar esperanza, redención, restauración y amor.

Esta humildad está bellamente demostrada en una iglesia plantada en medio de una sufrida ciudad en Tailandia, asociada a Compassion. La ciudad de Mae Sot es una hermosa parte del mundo que guarda un espantoso secreto. Allí, muchos niños son esclavos y trabajan en terribles condiciones contra su voluntad.

Pero la iglesia se mudó a esa ciudad intencionalmente para ser un faro de esperanza. Al personal le apasiona proteger a los niños de su comunidad. Ofrecen programas y oportunidades para niños y jóvenes, mostrándoles un camino lejos de la explotación.

El suyo es un ejemplo de arrodillarse en rendición y de encarnarse como Cristo en su comunidad, esto puede inspirarnos a adoptar la misma postura a medida que nos acercamos a la Navidad.

Ora:

Señor, confieso que a veces el egocentrismo es la elección más fácil, que tomo esa decisión con mucha frecuencia. Perdóname. Ayúdame a elegir la rendición. Quiero acercarme a tu trono que un día fue un humilde pesebre, de rodillas, con la misma humildad que ejemplificaste en tu encarnación.

Que esta humilde entrega me conduzca a la transformación, no solo en mi propia vida, sino también en mi comunidad.

Amén.