Paz de CristoMuestra

¿Has volado en un avión entre medio de una tormenta? Yo sí. Vasos derramados, compartimentos superiores se abren de golpe y la gente gritando a mi alrededor. Nunca he tenido miedo de volar, pero en esos tiempos, incluso los más fuertes entre nosotros se abrochan el cinturón y prestan atención.

Se cuenta la historia de un vuelo que golpeó una turbulencia inusual, lanzando el avión de lado a lado con fuerza rachas de viento. Las nubes parecían más a carbón. Un rayo cayó cerca. Un inquietante silencio se instaló sobre los pasajeros en medio de sus chillidos y gritos. Nadie se sintió seguro. 

Excepto por un niño pequeño. Se sentó allí, preocupado con su cuaderno y bolígrafo, haciendo un dibujo de él mismo trepando a un árbol en un día soleado. Al mirarlo, nunca hubiera adivinado que estaba en un avión en medio de una tormenta. Un pasajero cercano lo notó y se preguntó cómo podía sentirse tan tranquilo, así que le preguntó al niño: "¿No tienes miedo?"

Simplemente levantó la vista de su cuaderno por un momento, sonrió y dijo: "No".

"¿Por qué no?" - preguntó la dama, agarrando su asiento con los dedos.

"Porque mi papá es el piloto", respondió con naturalidad y luego volvió a su dibujo.

A veces la vida parece fuera de control, pero saber quién se sienta en los controles debería marcar el comienzo de un corazón de paz.

La palabra paz se usa mucho, pero muchas veces no entendemos su significado real.

En el Medio Oriente, la paz representa algo más como una tregua que trae un respiro temporal de la guerra. Para una madre joven, podría representar esa hora en que los niños pequeños toman su siesta.

La paz significa diferentes cosas para diferentes personas.

La paz que ofrece Jesús es como ninguna otra. Su paz produce calma interna en medio del caos externo.

Experimentamos Su paz cuando cambiamos nuestros temores a la tormenta por un temor saludable y reverencia hacia Él. Cuando cambiamos nuestra mirada del mar al Salvador, sobreviene la paz.

Pablo nos dijo que respondiéramos a la paz de Dios de la misma manera que la tormenta respondió a Jesús esa noche en el Mar de Galilea. “Y que la paz del Mesías ... controle vuestros corazones” (Col. 3:15). La palabra griega usada para control significa "arbitrar". Todos sabemos lo que hace un árbitro. Él declara cómo son las cosas. Diga lo que diga, una pelota, un strike, una ponchada o una carrera, eso es lo que es.

Del mismo modo, todo lo que Jesús dice sobre un asunto, eso es lo que es. Está resuelto. Entonces, cuando Él dice "Sé ¡valiente! He conquistado el mundo "(Juan 16:33), está resuelto y debemos responder en consecuencia, con coraje.

Es posible que su mundo se esté derrumbando, pero no tiene por qué desmoronarse con él. No siempre puedes controlar lo que le sucede o en qué tormentas puedes volar, pero sí tiene control sobre cómo responder. Responder a la presencia y el poder de Jesús en su vida te permite dejar ir su miedo y reemplazarlo con paz — Su paz. No significa que no tendrá problemas, pero sí significa que sus problemas no te tendrán a usted.

Las relaciones pueden fallar. Los trabajos pueden cesar. La salud puede deteriorarse. La economía podría seguir cayendo y girando. Pero Jesús dice: “¡Silencio! ¡Estate quieto!" Puedes descansar cómodamente en su cojín, porque Él lo tiene en Sus manos.

Esperamos que este plan te haya animado. Para obtener más información sobre el ministerio, haga clic aquí.