Sé un punto de inflexiónMuestra

Fijate cómo lo dices

¿Alguna vez has escuchado esta frase: "No es lo que dices, es cómo lo dices"?

¿Sabes qué significa esa frase? ¿Y sabes qué tiene que ver con compartir la historia revolucionaria de lo que Jesús hizo en tu vida?

Mira este video para obtener algunas respuestas a esas preguntas.

Guau. ¡Nuestras bocas pueden tener un impacto bastante grande, dependiendo del tono que usemos! ¿Recuerdas la lectura de ayer de 1 Pedro capítulo 3? Podrás leer el versículo 15 nuevamente hoy. Enfócate realmente en la parte de ese versículo que te dice cómo compartir la esperanza que tienes en Jesús. Como dice la BLP: “hacedlo con dulzura y respeto”.

Ayer aprendiste cómo puedes hacer que el hecho de que vives para Dios sea fácil de detectar, sin importar lo que hagas. Aprendiste, por ejemplo, que si practicas muchos deportes, puedes optar por orar antes de practicar o jugar. Y cómo si alguien te pregunta al respecto, puedes hacérselo saber. Bueno, ¡no olvides la dulzura y el respeto! Estate preparado para dar una respuesta amable y respetuosa.

¿Te imaginas cómo avergonzarías y lastimarías a alguien si te dijera: "Oye, ¿qué estás haciendo?" Y tú contestaras: “¡Estoy ORANDO a DIOS porque soy una BUENA PERSONA!” Uf.

Prepárate con amabilidad y respeto. Tal vez más como: “Solo agradezco a Dios que tengo la oportunidad de practicar y jugar al fútbol. ¡No puedo evitar decir una pequeña oración de agradecimiento antes de comenzar! ¡Tú también puedes unirte a mí en cualquier momento!

¿Por qué la amabilidad y el respeto son tan importantes para Dios, especialmente en la forma en que hablamos de Él con otras personas? Porque Él nos ama a todos y cada uno de nosotros por igual. Él ama a las personas que lo siguen. ¡Y Él ama tanto a las personas que aún no lo siguen! Sé gentil y respetuoso, porque quienquiera que esté hablando es alguien a quien Dios ama y cuida. Jesús mismo dijo que amarlo a Él y amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos es lo más importante que cualquier seguidor suyo puede hacer.

Pregúntate: ¿Con quién podría tener dificultades para ser amable o respetuoso si me pregunta por qué sigo a Jesús?

Desafíate: Siéntate por un momento y ora por la persona en la que pensaste en la anterior pregunta. Pide a Dios que te dé paciencia y bondad en tu corazón y mente cuando pienses en esa persona. Pídele que te ayude a ver a esa persona como Él la ve. Pide ayuda para perdonar las heridas que esa persona haya causado en tu corazón. Pide a Dios que te ayude a amar a tu prójimo, incluso (y quizás especialmente) a los que te resultan más difíciles de amar. Ora para que, si alguna vez tienes la oportunidad, puedas compartir tu amor por Jesús con esa persona con dulzura y respeto.

Ora: Dios, gracias por enseñarme cómo ser amable y respetuoso en la forma en que les hablo a los demás acerca de Ti. Gracias por lo amable que eres conmigo. Te amo, y quiero hablar bien de Ti a los demás. En el nombre de Jesús, amén.