La Ministra InfluencerMuestra
Una rápida lectura bíblica no es suficiente para comprender por qué Barac no quiso ir solo a la batalla. Al fin de cuentas, ¿no era el general de ejército y que había 10.000 hombres que lo acompañaban?
“Sí, Débora. ¡Lo que tú digas!”
“Tú eres una mujer. Mejor quédate aquí. Yo me haré cargo de esta batalla”.
“No te hagas ningún problema. Deja en manos de Dios y de este varón valiente”.
Esta debía ser la respuesta. Sin embargo, Barac le puso una condición. Esto nos habla de la falta de denuedo en el fondo. Es ahí que Débora aceptó acompañarlo. Hay veces en que la capacidad de una mujer supera a la del varón, pues Débora dijo algo que me llamó mucho la atención: “Pero, por la manera en que vas a encarar este asunto, la gloria no será tuya, ya que el Señor entregará a Sísara en manos de una mujer” (Jueces 4:9).
Las mujeres seremos más frágiles, físicamente hablando, pero hay circunstancias en la vida que nos nace un espíritu combativo que hasta nosotras mismas nos sorprendemos de lo que somos capaces de hacer. Luego de que Barac haya desbaratado el ejército de Sísara, el general cananeo huyó a pie hasta la carpa de Jael, esposa de Heber. Luego de tomar leche, Sísara le pidió a esta mujer que si venía alguien a preguntar por él, que diga que no había nadie en su casa. Pocos instantes después, cuando Sísara cayó en un profundo sueño, Jael tomó una estaca de la carpa y un martillo, y le clavó la estaca en la sien y se la atravesó, hasta clavarla en la tierra (véase Jueces 4:21). No mucho tiempo después, Barac pasó por allí, y Jael salió a su encuentro, y le dijo: “Ven, te mostraré al hombre que buscas” (Jueces 4:22).
En un principio, pensé que la gloria de una mujer al que se refería Débora era a sí misma, pero no. Estaba equivocada. Dios le había entregado a Sísara, general de ejército del rey Jabín, en manos de una mujer llamada Jael. Entonces, la gloria de una mujer al que hacía mención no era la gloria de Débora, sino la gloria de Jael, esposa de Heber, el quenita. En pocas palabras, no solo era una mujer la que gobernaba Israel como jueza y profetiza, sino que también ha sido una mujer la que le puso punto final a la opresión del rey Jabín. En fin, ¡es una historia de mujeres de Dios!
Lea Jueces 5:24-27, 31. La gloria de Jael es la gloria de muchas mujeres anónimas, pero que son infaltables en el reino de Dios. Este plan está dedicado a aquellas mujeres que nada las detiene, nada las frena, nada las debilita, sino todo lo contrario, avanzan con fe, denuedo y pasión por Jesús a pesar de todo.
Escrituras
Acerca de este Plan
Los portales nos hacen creer que somos lo que dicen ellos. Pero definitivamente, no es así. Tampoco nos condiciona la cantidad de seguidoras que tengamos en nuestras redes sociales, ni tampoco la cantidad de views que registren nuestros videos. En este plan de 3 días, la pastora Sonia Shim te revelará cómo Dios puede hacer de tu vida una ministra influencer mediante el modelo de Débora.
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Nos gustaría agradecer a La Cuarta Dimension Latinoamerica por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.amazon.com/-/es/Sonia-Shim/dp/1949238199