No Me DetendréMuestra

El Espíritu Santo está tratando de cultivar y hacer crecer cosas buenas en nuestras vidas en esta temporada. Cuando vivimos nuestras vidas guiadas y alimentadas por el Espíritu Santo, sabemos que él va a llevar a cabo esas cosas buenas. Nuestras vidas están diseñadas para ayudar a otros a experimentar el amor y la abundancia de Cristo. Estamos hechos para producir el fruto del Espíritu, semejante a la forma en que funciona un huerto. Nadie quiere ir a un huerto que tiene fruta vieja, seca y podrida. Más bien, nuestras vidas deben ser como huertos que tienen la fruta más dulce, más madura, que es fácil de recoger y dulce de probar. Como cristianos, cuando la gente está a nuestro alrededor, deberían ser capaces de experimentar la dulzura de la fruta que abunda en nuestras vidas.

Preguntas:

1. ¿Qué estoy produciendo en abundancia en esta temporada? ¿Es el fruto del espíritu o es otra cosa? Escríbelo y ora para que Dios produzca un fruto espiritual fresco en tu vida.