Reaviva la Llama: Un Estudio Bíblico sobre el Espíritu Santo por J. Lee GradyMuestra

HEHCOS CAPÍTULO 26 - "Pablo nos muestra cómo ser testigos"

¿Cuándo habló por última vez con un inconverso acerca de Jesús? Los estudios muestran que solo un pequeño porcentaje de cristianos ha llevado a alguien a la fe. Una encuesta reciente demuestra que el 78 por ciento de los feligreses no habían compartido a Jesús con nadie en seis meses. Otro estudio mostró que casi la mitad de los “millennials” cristianos en los Estados Unidos creen que está mal intentar convertir a alguien de otra fe. El apóstol Pablo no tenía esa opinión. En el Capítulo 26 vemos el mejor ejemplo de evangelismo personal. No hay indicios de que Pablo estaba nervioso cuando se paró ante el rey Agripa. Era como si Pablo hubiera nacido para ese momento. Con franqueza, confianza y persuasión, el valiente apóstol dependió de la unción del Espíritu Santo para encontrar las palabras correctas.

Pablo estaba atado con cadenas mientras predicaba este mensaje, sin embargo, la valentía del Espíritu lo hizo libre. La estructura de su sermón nos proporciona una guía cuando testificamos a otros. Utilizó tres estrategias para defender su fe: (1) Compartió su propio testimonio de cómo vio a Jesús en el camino a Damasco; (2) Él enfatizó que Jesús había resucitado de entre los muertos (v. 23), un hecho indiscutible que demostró que Él es el Dios verdadero; y (3) mencionó a los profetas del Antiguo Testamento (v. 27), porque testificaron acerca de Jesús años antes de que Él viniera. Note también que, en el medio de su sermón, Pablo citó al Señor diciendo: "Yo soy Jesús ..." (v. 15). Jesús siempre estuvo en el corazón de la predicación de Pablo.

Observe cuán amable y personal fue Pablo con el rey. Él dijo: "Oh Rey" o "Rey Agripa", seis veces en su mensaje. Este no era un sermón memorizado de memoria. Pablo sabía cómo llegar a los corazones con calidez y cortesía. Probablemente hizo contacto visual penetrante con Agripa, su esposa y el gobernador, Félix. Y la convicción del Espíritu Santo obviamente molestó tanto al rey como al gobernador. Félix acusó a Pablo de estar loco, y Agripa dijo: "Un poco más y me convences de hacerme cristiano" (v. 28). Agripa no decía que se convertiría, se burlaba de Pablo por ser agresivo. El rey, Berenice, Félix y los demás se levantaron y se fueron sin tomar una decisión, recordándonos que algunas personas rechazarán el regalo de la salvación.

HABLEMOS DE ESO

** En el encuentro de Pablo en el camino a Damasco, Jesús le dijo: " ¿Qué sacas con darte cabezazos contra la pared?" (v. 14). Esta frase proviene de un proverbio griego sobre una lanza larga utilizada para empujar bueyes. Jesús decía: "Solo te estás haciendo daño cuando te resistes a Mí". ¿Te resististe a Dios antes de rendirte completamente a él?

** Pablo usó las palabras "perdón de pecados" (v. 18), "arrepentirse y volverse a Dios" (v. 20) y "arrepentimiento" (v. 20) en su sermón. ¿Por qué es importante hablar de estas cosas cuando compartimos el evangelio?

** Cuando Agripa terminó el sermón de Pablo, Pablo dice: "Ya sea rápido o no, le pido a Dios que tanto usted como todos los presentes en esta audiencia puedan llegar a ser lo mismo que yo" (v. 29). Pablo llevó una profunda carga de oración para que las personas se convirtieran. ¿Estás orando para que alguien que conoces se convierta en cristiano?