Todo pasa por algoMuestra
No existen las casualidades
Esta historia de David es una gema preciosa que nos deja ver algo, que para otros sería invisible. Dios acaba de anticipar al “varón conforme a su corazón” algo que iba a suceder, pero no sucede.
David está huyendo de Saúl. Todo esto antes que llegue a ser rey de Israel. Ahora es un fugitivo. Saúl, envenenado por los celos, ha salido a perseguirlo y matarlo. David se refugia en la ciudad de Keila. Temiendo por su vida consulta a Dios, ¿me traicionarán, me entregarán a Saúl? y Dios le responde afirmativamente. Si continuamos leyendo vemos que David toma decisiones a partir de esa información y lo que Dios le dijo que sucedería nunca llega a ocurrir porque David huye de Keila. ¡No es poca cosa!
Al obrar de forma diferente, el futuro de David cambia. Es que hasta me parece estar hablando de la película “Back to the Future”. Alguien me dirá que es obvio, que el cambio de acciones de David provoca consecuencias diferentes, pero yo sigo pensando: ¿Qué vio Dios que nosotros no vemos? y, ¿si David permanecía en Keila, hubiera sido entregado en manos de Saúl? ¿Hubiese llegado, pese a eso, a ser rey en Israel?
La respuesta es: no lo sabremos, no en esta vida. Se lo preguntaré a Dios cuando pase a su presencia y luego charlaré con David. Mientras tanto, las preguntas siguen dando vueltas en mi cabeza, ¿cuántas veces, por obedecer a Dios, estaremos cambiando lo que nos va a suceder? ¿Cuántas veces nos habrá librado de cosas que ni llegaron a suceder y no lo sabemos?
Todo esto no niega la soberanía de Dios en absoluto, al contrario, la confirma. Él está en control de lo que puede suceder, de lo que sucede y de lo que no llega a ocurrir. Está en control de todo y es por eso que podemos afirmar con certeza enfática: las casualidades no existen.
Todo está bajo el control absoluto de Dios. Con razón el autor de Proverbios nos dice que nos encomendemos al Señor, que no confiemos más en nuestra inteligencia que en Él; que le reconozcamos en todo lo que hacemos para que así, enderece nuestras sendas. Eso me da esperanza, confianza y paz. Saber que Dios está en control me quita un peso de encima. Entender que Él puede enderezar mi camino es como una buena bocanada de aire cuando he estado sumergido en aguas profundas.
No todo lo que sucede me gusta, recibo dolor y sufrimiento como invitados recurrentes a mi mesa. Saber que no existen las casualidades me ayuda a comer en presencia de tan odiosos visitantes. Están ahí por algo. No sé por qué, pero Dios lo sabe, Él está en control, algo bueno resultará de esto.
No es casual que estés leyendo este devocional, no es casualidad que sea en este momento de tu vida. Al igual que tú, no sé lo que sucederá, pero sé que ni siquiera la caída de un pájaro pasa inadvertida para el Padre, mucho menos lo que estás viviendo. Esto ha pasado antes por el filtro de su amor.
- ¿Qué sientes al saber que Dios tiene el control absoluto?
- ¿Qué aprendiste en este devocional?
Carlos Alberto Paz
Pastor principal - Jazôn
Esperamos que este plan te haya servido. Si quieres aprender más sobre este tema, te invitamos a ver o escuchar la serie completa de prédicas: Todo pasa por algo.
Acerca de este Plan
Nuestras luchas no siempre tienen respuestas en el momento, pero incluso cuando no podemos verlas, siempre tienen un propósito. Veamos cómo Dios nunca desperdicia dolor y sufrimiento transformándolos en preparación para algo mucho más grande. Todo sucede por algo y a través de las pruebas, las luchas y el dolor crecemos para ser fuertes y encontrar propósito.
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Nos gustaría agradecer a Jazôn por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.jazon.info/