Proverbios y promesasMuestra

Sabiduría, un gran tesoro

Nuestro mejor ejemplo de oración y conocimiento de la Palabra es Jesús. Pero otro buen ejemplo que tenemos es el apóstol Pablo.

Pablo, antes de seguir a Jesús era conocido como Saulo, uno de los hombres más estudiosos de su época, tuvo como maestros a los mejores doctores de la ley lo que influyó en que persiguiera a los cristianos. En su camino a Damasco tuvo un encuentro real con Jesús, fue después de esto que Pablo aprendió el poder de la oración.

En una ocasión Pablo y Silas fueron encarcelados debido a que los amos de una joven a la que liberaron de un espíritu que la atormentaba, se molestaron al ver esfumadas sus esperanzas de ganar dinero. A eso de la medianoche, y estando en la celda, decidieron comenzar a orar y cantar himnos; de repente se produjo un terremoto que estremeció la cárcel, se abrieron todas las puertas y a los presos se les cayeron las cadenas. ¡Ese es el poder de la oración!

Parte de nuestra generosidad hacia Dios es dedicar nuestro tiempo al tener una comunión real y directa con Él por medio de la oración y la lectura de su Palabra, es una comunicación de dos vías, apartamos nuestra mejor hora del día para hablar con Dios y Él nos da respuestas a través de la Biblia, y no solo eso, sino que adquirimos sabiduría y entendimiento para que nuestra vida y nuestra mente sea moldeada conforme a lo que Dios quiere para nosotros.

Quiero animarte a que sigas alimentando el hábito de tener tu tiempo de oración y que le pidas a Dios que te llene de sabiduría, pero, sobre todo, que te ayude a entender que tu tiempo con Él es lo más valioso que hay en tu día.

Oración

Señor, ayúdame a entender que mi tiempo contigo es el momento más valioso de mi día. Que Tu Palabra es tan real que quieres darme sabiduría y enseñarme a través de ella a ser más como Tú. Quiero aprender cómo darte lo mejor de mi tiempo cada día sin que haya presión de mis quehaceres, porque nada debe importar más que estar contigo. Te lo pido en el nombre de tu amado Hijo Jesús, amén.