Sanado Por Jesús Muestra
Mientras Esperamos
Hemos leído historias sorprendentes cuando Jesús sanó mientras caminó en la tierra. A veces, Su palabra curó, y otras, Su amable toque trajo reparación. En cada sanación, leemos de gente que creyó en Él por lo que hizo en la vida de alguien. Doy gracias, que Jesús no solo sanó durante los 33 años que vivió en la tierra. ¡Jesús aún sana hoy de más formas de las que podemos comprender!
Quizás estés necesitando Su toque sanador y te estás preguntando:¿Por qué Jesús no me ha curado a mí?Así cómo la mujer en la Biblia que sangró por 12 años, nuestra sanación, nuestro milagro, puede aún estar"en proceso." No perdamos la esperanza en quién es Jesús y en lo que puede hacer. Mientras que esperamos nuestro milagro de sanación, elijamos regocijarnos en el milagro de alguien más. Que Jesús aún no te haya sanado a ti, no significa que no lo hará, y aunque parece estar en silencio, no significa que lo esté.
La respuesta difícil a la pregunta¿Por qué Jesús no me ha sanado a mí?es esta:Quizás no lo haga.Innumerables personas han sufrido sus vidas enteras con alguna enfermedad, y muchos han fallecido aún teniendo una fe absoluta que serían sanados. Debemos entender que nuestra idea de sanación quizás no esté alineada con la de Dios. Ya sea que nuestra sanación viene o no, no es nuestra decisión. Sólo podemos hacer nuestra parte. Jesús hace la Suya.Jesús sana.
Un pensamiento más antes de terminar este Plan. ¿Por qué Jesús sanó? Para que las personas crean (Juan 4:53 NVI) No es que Él no quería que la gente esté física, mental, o emocionalmente entera, porque lo hizo. Claramente, Él tuvo compasión por muchos, y eligió sanarlos. Pero, la misión de Jesús en esta tierra fue glorificar a Su Padre en los cielos y ser el sacrificio por los pecados del mundo.
Muchas veces es en nuestra lucha y sufrimiento donde otros ven una hermosa imagen de Jesús. Cómo vivimos para Él cuando estamos en medio de nuestra tormenta, en medio de nuestra espera, puede ser el catalizador que traiga a alguien a Jesús.
Los milagros, grandes y pequeños, están a nuestro alrededor. Queremos que un milagro enorme sea hecho, y así nos perdemos los pequeños en el camino. Si nos focalizamos en lo que no tenemos, nos perderemos lo que Dios está haciendo a nuestro alrededor, en nosotros, y a través de nosotros.
Escrituras
Acerca de este Plan
Todos necesitamos alguna sanidad en nuestra vida. Podemos tener una enfermedad física, un trauma emocional, una enfermedad mental, o una carga espiritual con la que batallamos, aún después de años de oración. En este Plan, encontraremos esperanza y aliento a medida que aprendemos sobre las muchas formas que utilizó Jesús para sanar.
More