ORAR BAJO UN CIELO ABIERTOMuestra

  Oración que da fruto: Orar su voluntad produce su respuesta

  Uno de los grandes secretos de la oración es el descubrimiento de poder ilimitado que está disponible cuando el pueblo de Dios comienza a interceder por cosas que Dios ha prometido claramente en su Palabra escrita.

Encontramos una promesa maravillosa en la Biblia, donde 1 Juan 5:14-15 dice: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”.

Fe y expectativa en la intercesión son poco más que presunción y delirio si no están arraigadas firmemente en que se haga la voluntad de Dios expresa. Gracias a Dios que, por su gran amor, misericordia y gracia, Él no nos da todo lo que le pedimos. Si lo hiciera, muchas veces el desastre sería el resultado para nosotros, ¡y también el aborto de sus propósitos y planes!

Dios es totalmente sincero y nunca prometerá cosas que Él no puede o no quiere dar. Podemos tener una confianza absoluta e inconmovible en que cuando acudimos a Él en oración, buscando las cosas que sabemos que son su voluntad expresa dar y hacer, pronto llegará una revelación de su gloria y su poder. Cuando sabemos, sabemos, sabemos con certeza cuál es la voluntad de Dios, podemos orar que se haga su voluntad con una seguridad inconmovible de que la respuesta está en camino.

Cuando comenzamos a orar por un poderoso derramamiento del Espíritu Santo que romperá la espalda al diablo y glorificará a Dios, los cielos comenzarán a gotear bajo el peso de su gloria. Cuando comenzamos a orar con pasión que almas sean salvas y el nombre del Señor Jesús sea famoso en las naciones, podemos tener la confianza absoluta de que el cielo comienza a moverse como respuesta.