Fundando una iglesia saludableMuestra

Empoderar a los demás

Una cosa que realmente distingue al ministerio de Jesús de todos los demás establecimientos religiosos de la época fue cómo Él eligió a un grupo de hombres comunes y les dio poder inmediatamente para ser dueños del ministerio. Piénsalo.

Jesús eligió seguidores apasionados, no personas perfectas. Eligió a la gente común, no líderes religiosos. Eligió a los que tenían hambre por aprender, no eruditos y expertos. Eligió hombres listos para servir, no líderes aptos. Miró lugares donde nadie más miró. Vio cosas en las personas que nadie más vio, y les dio poder para hacer el ministerio.

A estos líderes se les dio una clara visión que era más grande que ellos mismos. Fueron llamados a sacrificar lo que amaban por lo que amaban aún más. Fueron prontamente empoderados. Aprendieron en pleno juego, no se sentaron en las bancas y observaron. Se esperaba que hicieran lo mismo y empoderaran a otros en el camino.

Este puede ser tu trabajo más importante como fundador de iglesias: empoderar a otros desde el comienzo y a lo largo de la vida de tu iglesia. A menudo sentimos que necesitamos tener el control, pero al dejar a otros que dirijan, creas contribuyentes de la iglesia, no consumidores. Esto cambia todo, ¡y verdaderamente construye la iglesia de la manera en que fue destinada a funcionar!

Mientras lees acerca de cómo Jesús eligió, interactuó, y empoderó a sus discípulos, anímate a hacer lo mismo.