DesgastadosMuestra

Estoy seguro de que no quieres una vida desgastada, pero también sé qué, en ocasiones, más de las deseables, cualquiera siente que está condenado a destruirse. En más de una ocasión, he podido escuchar algo parecido a lo siguiente: no tengo opción; esta es la vida, el lugar y las personas con las que tengo que lidiar; sé que van a acabar conmigo, pero no puedo hacer nada. 

Pareciera que estás sin salida y solo te queda resignarte a la destrucción. Hay muchos casos donde, aparentemente, no hay mucho que se pueda hacer; sin embargo, hay una buena noticia ¡no estás obligado a desgastarte destructivamente! 

Aunque tus opciones no parezcan muchas, no te desanimes, solo necesitas una, y con esa sola basta ¡Dios es suficiente! Cuando alcanzas el límite y llegas a tu capacidad máxima de esfuerzo, y te encuentras al extremo de lo que puedes soportar, ¡puedes contar con el Señor! Lo que Él puede hacer va mucho más allá de lo que cualquiera otro puede. 

Cuando Su gracia te abraza, tienes lo suficiente para a atravesar cualquier difícil temporada. 

El apóstol Pablo estaba luchando arduamente cuando, ante una oración, el Señor le respondió: “Te basta con mi gracia…" 2 Cor 12:9. El entendió esto y lo abrazó con alegría y conformidad en su corazón. El asunto trajo tanto entendimiento que el concluyó lo siguiente: “Cuando soy débil, entonces soy fuerte” 2 Cor 12:10. 

Es refrescante y liberador entender que no es necesario que yo pueda con algo, solo necesito confiar en Dios, Quien puede con todo. 

Debemos reconocer nuestra propia humanidad, y esto realmente podría ser difícil. Generalmente, nuestro ego se niega a aceptar que hay situaciones que nos sobrepasan. Tampoco ayudan algunas ideas que se han plegado popularmente donde se nos ha persuadido a creer que somos todopoderosos, y aunque somos una maravillosa creación, capaces de muchas cosas, con un talento y potencial inexplorado e inmedible, no somos todopoderosos, nadie lo puede todo, solo Dios. 

Aunque hay mucho que no puedes hacer, no hay nada que Dios no puede hacer, por eso puedes descansar en Él.

Lejos o fuera de Dios, siempre nuestras limitaciones, debilidades y carencias terminarán por ganarnos. Cristo vive, y Su acción en nosotros traerá posibilidades ante la imposibilidad. Solo con llenura espiritual habrá una verdadera fortaleza personal. No estás condenado a una vida de desgaste y destrucción.