Venciendo la PreocupaciónMuestra

Día: 6 

Dios sabe tus necesidades.

Mateo 6: 32 “Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”.

Los gentiles, la gente que no conoce a Dios, buscan con ansias el comer, el vestir, el beber, afanosos por acaparar cosas. No así un hijo de Dios que su confianza está puesta en Él, sabemos que Él es nuestro proveedor (Jireh). No hay necesidad de preocuparnos, porque sabemos que nuestro Padre nos suplirá, dejemos que los gentiles vivan así. 

Nuestra lucha en esta tierra no es para acumular cosas materiales, esto no quiere decir que vamos a descuidar nuestros deberes de trabajar en esta tierra, mientras estemos en esta tierra necesitaremos algo material, pero no viviremos aferrados a las cosas materiales como las personas del mundo, sino que viviremos para dar testimonio de las cosas eternas. Es algo contradictorio que alguien que profesa ser un hijo de Dios ande afanoso y preocupado por las cosas temporales que nos ofrece este mundo. 

Como hijos de Dios debemos entender que las cosas de esta tierra no duran, así que no debemos poner nuestra confianza en las cosas de este mundo. En un terremoto, maremoto, huracán, enfermedad, crisis nacional o mundial, podemos perder todas nuestras cosas materiales por la cual estuvimos afanados y preocupados por conseguir, y olvidamos lo que dijo Jesús en  Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. 

Cuando éramos bebes o niños, nuestros padres o la persona que se hizo cargo de nosotros, suplía todas nuestras necesidades, como: comida, vestido, estudios, etc. Así también nuestro Padre que está en los cielos suplirá nuestras necesidades, como dice el apóstol Pablo en Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Así que confiemos que Dios sabe de qué tenemos necesidad. Al final de todo siempre pidamos a Dios que se haga Su voluntad, así como Jesús le dijo a Su padre en el Getsemaní una noche antes de ser crucificado en Mateo 26:42 “Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad”. Esta oración es la oración modelo, no exijamos nada a Dios, Él ya sabe tu necesidad. 

Reflexionemos juntos: ¿Estás dispuesto a poner tu confianza en Dios, más que en las cosas terrenales? ¿Deseas someterte a la voluntad de Dios?

¡Dios te bendiga hoy!

Deyton Ugaz Balcázar

Discipuladores21