Dirección Para el DíaMuestra

Descubrir tu propósito no es suficiente para ser productivo en el día.

Para ordenar el día, primeramente, tienes que formar un plan sobre lo que esto conlleva.

Y eso requiere que te evalúes a ti mismo.

¿Qué quieres conseguir? ¿Cuáles son tus metas a largo plazo?

Tus metas a largo plazo son importantes, porque serán la base de las metas a corto plazo. Todo esto es un ciclo de establecer metas, alcanzar metas, y establecer metas de nuevo, y este ciclo nunca deberá detenerse. Es un proceso que podría y debería seguirse para toda la vida. Si estás vivo, deberías concentrarte en tu crecimiento en todo lo que haces.

Ahora, mientras piensas en tu propósito, escribe tus metas a largo plazo. ¿Dónde quisieras estar en diez años? ¿Qué quisieras lograr? Si todo saliera como lo planeaste, ¿Dónde te gustaría estar? 

A continuación, escribe tus metas a corto plazo y esto te permitirá llegar a las metas a largo plazo. ¿Cuáles serán los pasos que te van a guiar a las metas a largo plazo? Éxito es un proceso, no es un evento. Tienes que planificar el método de ataque. 

Ordenar el día es estar a cargo de tu propia vida. Dios tiene planes para nosotros, pero a través de nuestras propias elecciones, los vemos llegar a buen término. Somos responsables de caminar por el camino que nos llevará a realizar nuestro potencial.

¡O el día te manda a ti, o lo mandas tú! Si no estableces un plan sobre como tomarás el control de tu vida, entonces la vida te va a controlar y decide lo que haces. 

La decisión depende de ti.

¡Hoy es mi día de planificación! 

1. ¿En qué vas a trabajar hoy?