AtascadoMuestra

Nuestros nuevos comienzos vienen de un sentido de propósito y esperanza, que solo vienen a través de una creciente relación con Cristo. Viene cuando admitimos, que en última instancia, necesitamos la ayuda de Dios.

En Isaías 43, Dios declara que Él está haciendo algo nuevo. Que Él no está preocupado por los acontecimientos del pasado, pero que Él está más enfocado en el futuro. Dios está diciendo que a pesar de las circunstancias en la que te encuentres o en las que te hayas encontrado, Él está creando un camino para que tú camines. Este camino, te llevará a la prosperidad.

En mi propia vida, he orado para que Dios bendiga mis propios planes. Que cualquier cosa que haya decidido hacer, con esperanza, caiga en su lugar. En cambio, debería haberle pedido a Dios que me dé la sabiduría para conocer Sus planes para mí, y la fuerza para llevar a cabo esos planes. Para no apartarme de sus mandamientos sino que aparte mis ojos de cosas sin valor y que vaya hacia Sus preceptos.

Cuando cambiamos el enfoque de nuestras oraciones, de nuestra voluntad a la del Señor, las cosas cambian. Nuestros ojos comienzan a abrirse a nuevas posibilidades. Este año podría tener el nuevo comienzo que estamos buscando, y comienza con realinear nuestros corazones. Comienza con nosotros, enfocándonos menos en nuestros planes y deseos, y más en los planes del Señor. Mientras nosotros nos enfocamos en lo que QUEREMOS, Él se enfoca en lo que NECESITAMOS.

Piensa en Dios como un agricultor experto. Él sabe que si nos planta en una tierra mala, no creceremos a nuestro máximo potencial. Por lo tanto, Él se asegura de poner nuestras raíces en buena tierra. Una tierra que permita que nuestras raíces se arraiguen. Una tierra que nos provea de nutrientes. Siendo el agricultor experto que Él es, Dios también sabe que necesitamos agua y la luz del sol. Con muy poca agua y luz solar, comenzamos a marchitarnos. Demasiada agua y luz solar, nos asfixiaremos. Entonces, Dios nos da lo que necesitamos y crecemos en abundancia.

Algunos días, pensamos que necesitamos agua, cuando en realidad, necesitamos la luz del sol.