EmocionesMuestra
Jesús se enojó justamente
¿Se les permite a los cristianos enojarse? Tal vez te hayas preguntado eso, especialmente cuando tu temperamento empezaba a estallar. Pero la ira en sí rara vez es el problema. Nuestras reacciones a ella son las que pueden meternos en problemas.
Jesús mismo se enojó. Así que enojarse no es malo, especialmente si lo haces por algo que rompe el corazón de Dios. Cuando somos maltratados, o cuando alguien que amamos es maltratado, el enojo es una respuesta natural.
Dios es un Dios justo, y aunque es lento para enojarse, aún lo hace.
De hecho, Jesús a menudo mostró una ira justa. En Mateo 21, lo vemos literalmente volcar las mesas después de que la gente comenzara a abusar del templo como un lugar para comerciar y vender animales para sacrificios. Y Su ira estaba justificada. Cuando vemos que la gente hace mal a otros, deberíamos sentirnos justamente enojados, y deberíamos hacer algo al respecto.
Eso no significa que busquemos venganza. No significa que nos comportemos imprudentemente o sin amor. Significa que cuando vemos injusticia, debería enfurecernos y rompernos el corazón.
A menudo, las cosas por las que nos enojamos revelan lo que nos importa. Tal vez si ves que los niños crecen sin familias, eso te enfurece con razón, así que decides empezar a acoger o servir a familias adoptivas. Tal vez, no puedes soportar que algunas personas no tengan acceso a una Biblia en su idioma, así que donas a la traducción de la Biblia o estudias el proceso de traducción. ¿Qué es lo que te enoja justamente?
Jesús volcó las mesas para desbaratar la corrupción. Reclamó y restauró el templo de Dios para honrarlo. Su ira invocó la acción que trajo la gloria a Dios. Así que en tu ira, no peques. Perodefiende lo que es correcto.
Está bien estar enojados. Pero cuando estemos enojados, invitemos a Dios a entrar en la situación. Tal vez hay algo que deba cambiar, entonces defendamos la causa. Tal vez sea una señal de que estamos llamados a ser parte de la solución, así que encontremos formas de ayudar y apoyar. Sea como sea, acudamos a Dios para preguntar cuál es nuestro próximo paso y qué podemos aprender de nuestra ira.
Oración: Dios, gracias por mostrarme cómo es estar justamente enojado. Revélame cualquier cosa en este mundo por la que quieras que esté justamente enojado, y muéstrame mi próximo paso para traer justicia. Ayúdame a no pecar en mi ira sino a venir a Ti humildemente. Te entrego cualquier enojo injusto que esté cargando. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
La mayoría de nosotros intentamos evitar o ignorar nuestras emociones. Incluso podríamos preguntarnos si nuestra fe y nuestros sentimientos son enemigos. Pero Jesús, durante Su tiempo en la tierra, sintió emociones profundas. No estaba lejos nuestro. Él está con nosotros, incluso en nuestras emociones. En este Plan Bíblico de 7 días que acompaña a la serie del pastor Craig Groeschel, "Emociones", veremos cómo vivió Jesús para descubrir cómo nuestros sentimientos pueden aumentar nuestra fe.
More