Puertas EspiritualesMuestra

La Puerta de la Oración.

La última tendencia en programas de adecuación de casas se llama "Hermanos a la Obra", un programa Estadounidense que busca integrar todos los espacios en un todo armónico eliminando divisiones y puertas innecesarias. Sin embargo estos hermanos comprenden que hay algunas puertas esenciales que nunca se podrán eliminar, entre ellas la puerta del dormitorio; el reducto de intimidad más afectuoso donde cada quien se despoja de cualquier solemnidad y se muestra tal cual es.

En la lógica de Dios, Jesús sabía que donde realmente podríamos desnudar nuestro corazón ante Él sería la alcoba. Por tanto, la invitación que nos hace para tener un tiempo de comunión con Él, es a entrar a nuestro cuarto y cerrar la puerta con el fin de dejar atrás los afanes, preocupaciones, agendas del día y el bullicio del mundo para encontrarnos con Él.

Tal vez te preguntes ¿Por qué Jesús pide esto? Bueno, porque él sabe que así como el cuerpo no puede vivir sin respirar, el alma no puede vivir sin la oración. Porque desde que las puertas del paraíso se cerraron tras la salida de Adán y Eva por causa del pecado, cada generación nace con un profundo sentido de soledad generando en el hombre un vacío que solo Dios puede llenar y la oración es la respiración del alma que anhela encontrarse con su Hacedor en intimidad, confianza y plena aceptación.

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. 

Mateo 6:6.

Por cierto, el recinto más íntimo no es la alcoba sino el corazón, la morada interior donde Cristo espera por ti cada mañana.