PazMuestra
Paz cuando entrego el control
Alguna vez conté la historia de cuando iba a ser papá por primera vez. Mi hijo Jared estaba a punto de nacer y, aunque, por un lado estaba lleno de alegría al pensar en su llegada, también me moría de preocupación. Sentía angustia de pensar que la situación me sobrepasaría y lo echaría a perder, que había muchas cosas que yo necesitaba hacer para asegurar que todo estuviera bien. Me angustiaba tanto, que no podía dormir bien.
Vivir preocupado disminuye tu salud, te roba energía. Esto no es lo que Dios quiere para ti. Dios desea que experimentes paz, que te dejes cuidar por él. Sin embargo, muchas veces nosotros mismos le decimos que no a la paz de Dios; vivimos preocupados porque queremos tener el control.
Sentirnos en control nos da una sensación de seguridad. Creemos que, si podemos controlar las cosas, entonces no hay razón para preocuparse. El gran problema es que hay demasiadas cosas que están fuera de nuestro control; mas no del control de Dios.
En Mateo 6, Jesús dice a sus oyentes: ¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida? En la Traducción de Lenguaje Actual (TLA) lo pone de esta manera: ¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más?
Lo anterior, por obvio que parezca, implica reconocer que Dios es Dios, y nosotros no. Así que, volviendo a mi preocupación acerca de Jared y de mi nuevo rol como papá, hubo un día que sentí que Dios me dijo: “Andrés, deja de preocuparte. Tú ocúpate de honrarme a mí y yo te daré la gracia que necesitas para ser papá". En otras palabras, “Andrés, entrégame el control, yo cuido de ti y de tu familia. Tú enfócate en buscarme a mí”.
Hoy quiero invitarte a entregarle a Dios el control y, con ello, rendir toda tu preocupación y ansiedad. Él tiene tu vida, tus necesidades y tus anhelos en sus manos. Dios tiene el mejor tiempo, la mejor respuesta, la mejor solución. Una vez más, Dios no te quiere preocupado.
Oración
Dios, hoy reconozco que tú tienes el control de todo y yo no. Hoy decido no preocuparme, sino ocuparme en buscarte, amarte y honrarte con mi vida. Hoy decido confiar en que tú cuidas de mí. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
Paz es un regalo envuelto en la persona de Jesús; en el sacrificio que él hizo por ti y por mí. Es un regalo fuera de este mundo y aparte de él, no existe de forma verdadera. En este devocional aprenderemos a recibir y experimentar el regalo de paz, que sobrepasa nuestro entendimiento, paz ilógica y sobrenatural en cualquier situación.
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Nos gustaría agradecer a Mas Vida Mexico por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://masvida.org/