[Serie Certeza en la Incertidumbre] En tiempos vacíos: Llénate de CristoMuestra

La preocupación debe convertirse en confianza 

¿Cuántas cosas has perdido durante esta crisis? Muchos estudiantes no pudieron tener su baile de graduación. Muchos atletas que practicaron y entrenaron durante años perdieron sus campeonatos; ¡algunos incluso se perdieron los juegos olímpicos! Otros perdieron sus vacaciones pagadas o han estado trabajando duro para conseguir un ascenso o un nuevo trabajo que nunca llegarán. Miles de planes, esperanzas y sueños se han esfumado. La decepción está cerca.

Para aquellos que han perdido sus trabajos, la preocupación puede ser que esté llamando a su puerta. ¿Cómo voy a pagar las cuentas? ¿Qué hago ahora? ¿Cómo encuentro un nuevo trabajo en medio de una pandemia? Es normal preocuparse. La Biblia no condena la preocupación, el miedo, la decepción o cualquier otro sentimiento, pero sí nos dice qué hacer con ellos.

Una vez que la preocupación llama a nuestra puerta, debemos hacer algo con ella; no debemos permanecer en ella. En cambio, la preocupación debe convertirse en confianza. No estoy diciendo que este proceso sea fácil y simple. No estoy tratando de minimizar o socavar lo difícil que es para nosotros pasar de la preocupación a la confianza, pero ¿hay alguna otra opción saludable?

Si eres un hijo de Dios y reconoces a Dios como tu Padre Celestial, Jesús te anima a no preocuparte por tu vida, por lo que vas a comer, por tu cuerpo o incluso por cómo te vistes. ¡Dios tiene el control! ¡Dios es Dios! Él cuida de los pájaros. Se ocupa de los lirios del campo. ¿No somos más valiosos para Él que un pájaro o una flor? Ese es el argumento de Jesús: Yo cuido de los pájaros y de las flores; sin duda alguna, cuidaré de ti. Tú eres más valioso para mí que ellos. Di mi vida por ti; ¿por qué no confías en mí?

La preocupación es sólo una pérdida de tiempo; no resuelve el problema, sino que lo agranda, y abre la puerta al miedo y la ansiedad. Busca a Dios, pídele que provea para cada necesidad. Aprovecha esta oportunidad para crecer gracias a ella. Aprende a confiar en Él.

Ora

Padre Celestial, hoy elijo poner mi confianza en Ti. Te entrego mis decepciones y mis preocupaciones. Por favor, provee para cada necesidad. Cuida de nosotros como cuidas de los pájaros y los lirios del campo. En el nombre de Jesús. Amén.