No Sé Cómo Ser Libre Del PecadoMuestra

Y ¿entonces como dejo de hacer lo malo?

Volvemos a la pregunta inicial ¿Cómo dejó de hacer lo malo? Primero, debemos saber que en nuestras fuerzas no podemos, por ello en Romanos 8, nos habla de que la ley que estaba antes de Cristo nos condenaba porque éramos débiles para cumplirla. Pero ahora, gracias al sacrificio que hizo Jesús, nos es entregado el Espíritu Santo que ha de morar en nosotros. Ahora es nuestra la decisión de alimentar a la carne o alimentar al Espíritu. Por eso, una comunión constante con Dios (leer la palabra, orar, buscarle), es necesaria para poder alimentar al Espíritu y así obtener fuerzas para combatir las debilidades de la carne. Muchas veces queremos hacer el bien, pero en nuestra carne no está hacer el bien. Nosotros sabemos lo que a Dios le agrada, pero nuestro cuerpo siempre va a estar en contra. Gracias al Espíritu Santo es que logramos sujetar la carne y así lograr dejar de hacer lo malo. Si no practicas estas disciplinas, estarás débil y fácilmente serás presa de aquello que te tienta. 

¿Qué estás alimentando más, la carne o el Espíritu?

¿Que hábitos espirituales puedes incorporar a tu vida para fortalecerte espiritualmente?