No Sé Cómo Ser Libre Del PecadoMuestra

 El engaño de la culpa y la condenación

Cuando pensamos en cambiar algo que ya sabemos que es pecado o que está mal, lo primero que viene a nuestra mente es auto condenación y culpa, la cual nos aleja del objetivo que es acercarnos a Dios, a su eterno amor y su misericordioso perdón. 

Ante todo, debemos entender el pensamiento y corazón de Dios, cómo es que Él nos ve. En su palabra, entendemos que su amor por nosotros es eterno, que sus misericordias son nuevas cada día, que sus brazos siempre van a estar extendidos para recibirnos luego de que fallamos y decidimos volver a Él.

Dios nos creó para cosas buenas, no para que camináramos en pecado. El pecado trae muerte, pero Dios trajo a nosotros la oportunidad de redimirnos y alcanzar la salvación por medio de entregar a su hijo unigénito, para que por medio de su sacrificio fuéramos salvos. En su palabra, se nos describe como la niña de sus ojos (la parte más importante de la pupila y la que más debe cuidarse). Su amor no lo merecemos, pero por gracia lo hemos recibido. Dios Padre nos ama de una forma tan hermosa que siempre va a estar esperándonos a que volvamos a sus caminos. Nuestro Señor Jesucristo permitió que su cuerpo llevara todos nuestros pecados para que ya nada ni nadie nos pueda condenar, para que fuéramos libres y salvos. 

Para que podamos corregir lo que está mal, debemos dar pasos que analizaremos en los siguientes días. Por ahora, dispón tu corazón para que puedas sentir ese amor tan grande que Dios siente por ti desde que te creó. Si has estado pecando y sientes culpa, debes decidir acercarte a Dios de todo corazón ahora mismo, pues él te conoce y te está dando de su misericordia para restaurarte.   

· ¿Puedes reconocer un pecado con el que has luchado y que te ha estado venciendo?

· Después de que caes, ¿cuál es tu reacción?