Abrumada por mis bendiciones (Parte 1)Muestra

DEMASIADO

Recuerdo un día cuando mis hijos eran jóvenes, mi esposo llegó del trabajo y nos encontró a todos sentados en el suelo, llorando. ¡Hasta yo! Ya no podía más. Estaba buscando el lugar a donde las madres van para renunciar. 

“Ya no puedo más,” a penas pudiendo sacar las palabras en medio del llanto.  “¡Es demasiado! No me escuchan, la casa siempre es un desorden. ¡No tengo tiempo ni de hacer las cosas que se tienen que hacer solo para  evitar que vivamos en la miseria!”

Luego de tranquilizarnos a todos me habló de un concepto que he usado desde entonces una y otra vez. Mi amable hombre dijo, “Robin, esto por un tiempo no va a ser sencillo.  Vas a tener que decidir aceptarlo y hacer lo mejor que puedas.” ¡Guau! Necsitaba cambiar mi actitud.

Con muchas quejas y luchas, comencé a permitir que esas palabras fueran a lo profundo a mi corazón. Empecé a ver las cosas de manera distinta. Y comencé tomando la decisión de aceptar que mis días iban a ser aburridos, triviales y llenos de acontecimientos........ a menos que yo los convirtiera en entretenidos. Necesitaba disfrutar en lugar de escapar. 

Siempre iba a estar estresada y abrumada, a menos que aprendiera a aceptar el hecho de que con todo lo que Dios me había dado, Él también me proporcionaría una manera para lidiar con eso en forma amorosa y paciente. 

A  medida que aprendía a dejar atrás mis ideas preconcebidas de cómo se suponía que era la vida y darme a mis hijos, mi vida se tornó más fácil. Bueno...realmente no lo hizo. Pero estaba entrando en una nueva área de crecimiento personal y madurez que me benefició a mí y a mi familia.  

Padre, por favor dame el valor de aceptar la realidad de que mi día es lo que hago de él, basado en mis actitudes. Te invito a Ti a mis circunstancias.  Ayúdame a ver con Tus ojos, conociendo que todo lo que digo y hago hoy cuenta para la eternidad, y no es un esfuerzo perdido.  Ruego para que Tu fuerza sea mi fuerza, escogiendo encontrar gozo - Tu abundante gozo - aún en las tareas más triviales. Coloco mi día en Tus manos, aceptando que hoy es un buen dia, ¡para tener un buen día!