[Serie 2020] Legado: ¿Limitado o lanzado?Muestra

Presumir vs. celebrar

Todos quieren dejar un legado: dejar el mundo mejor de lo que lo encontraron. La mayoría de nosotros luchamos por encontrar un propósito y un significado en nuestras vidas. Cuando nuestro propósito y significado no están enraizados en la voluntad de Dios, tendemos a ser inseguros. Para cubrir esta inseguridad, tratamos desesperadamente de impresionar a la gente. Hablamos de nuestros logros y mostramos “nuestros tesoros” como lo hizo el Rey Ezequías. Esto es precisamente lo que hace que su historia sea familiar.

Sin embargo, hay una diferencia crucial entre presumir y celebrar. Y hay una diferencia aún mayor entre mostrar tus tesoros a tus enemigos, y celebrar o compartir buenas noticias, con tus amigos.

Compartir se basa en la conexión y la celebración. Es vital tener gente en tu vida con la que sepas que es seguro compartir. Conoces sus corazones, ellos conocen tu corazón. Tales amigos pelean la buena batalla contigo. Son a los que llamas cuando necesitas oraciones. Siempre están listos para apoyarte en la lucha contra el enemigo. Ellos oran y creen que conseguirás ese trabajo o comprarás la casa de tus sueños. Es bueno y seguro compartir tus tesoros con ellos porque sabes que lo celebrarán contigo. No hay orgullo en compartir con ellos, ¡sólo hay alegría!

Otras personas envidian debido a sus inseguridades. Si les hablas de tu nuevo trabajo o de tu ascenso, te dirán: "Ay qué suerte". Es imposible compartir con ellos porque nunca lo celebrarán. Presta atención a lo que hay en sus corazones, los reconocerás por sus frutos, o sea, sus acciones.

Cuando miramos más de cerca las acciones de Ezequías, podemos ver que nunca celebró a Dios frente a sus enemigos. Dios probó el corazón de Ezequías, y sus acciones probaron lo que había en su corazón (2 Crónicas 32:31). Su historia nos enseña que podemos construir un legado para impresionar a la gente y lucirnos, lleno de recompensas terrenales; o podemos construir un legado con recompensas celestiales que hará que la gente mire hacia arriba y celebre a Dios.

Vencemos el orgullo con nuestra alabanza, reconociendo a Dios en todos nuestros caminos. Alaba a Dios de manera tal que tus enemigos miren hacia arriba y digan: "¡Quiero confiar en tu Dios de la misma manera en que lo haces tú!". ¿Se te ocurre una mejor manera de construir un legado y compartir la buena noticia de Jesús?