MansedumbreMuestra

Mansedumbre, una actitud hacia los demás

Cuando tenía 18 años fui a un viaje misionero con los indígenas Cora en la sierra de Nayarit, un lugar desamparado y con mucha pobreza, donde estuvimos ayudando con servicios médicos. Recuerdo que me tocó ser asistente de dentista, que nos tocó dormir todos los días sobre el concreto, sin baños funcionales, realmente eran condiciones difíciles. Pero ¿cómo sobreviví esos días? Entendí que estábamos ahí por un propósito: ayudar a la gente con su salud y compartir el mensaje y el amor de Cristo a través de la medicina.

¿Te ha tocado estar en alguna situación en la que tuviste que decir no a tu egoísmo, o a tu comodidad?

En Gálatas 6:1 el apóstol Pablo nos anima a tener la capacidad de controlar nuestros impulsos hacia una actitud negativa como el enojo o el egoísmo, y también a tener una actitud correcta hacia los demás, una actitud de obediencia a Dios y de amor, suavidad y dominio propio cuando alguien comete alguna falla o tiene una dificultad.

Cuando la mansedumbre es un rasgo de nuestro carácter y una forma de enfrentar la vida, podemos tener esa misma actitud hacia los demás, en donde la humildad fluye en nuestras conversaciones, gestos y reacciones.

Oración

Gracias Dios por enviar a cada una de las personas que han tenido una actitud mansa conmigo cuando he tenido algún momento difícil. Gracias Padre porque a través de ellas me muestras tu amor incondicional. Ayúdame a ver y valorar a las personas como tú lo haces, y a expresar tu amor hacia los demás, gracias porque me has llamado a ser un pacificador entre las personas. Recordar lo que Jesús hizo en la Cruz mueve mi corazón a vivir en humildad. Oro todo esto en el nombre de tu hijo amado, Jesús, amén.