¿Qué está haciendo Dios?Muestra

PIDE

Cuando hablas con Dios, ¿qué le pides? Muchas veces nos frustramos porque estamos enteramente enfocados en algo. Pedirle a Dios por respuestas, o que haga algo por nosotros, pareciera ser como si Él estuviera callado. ¿Podría ser que el problema no sea Dios sino con lo que estamos pidiendo?

La máxima prioridad de Dios es atraer a las personas cerca a Él. Así que si estás desesperadamente buscando una respuesta a una pregunta compleja como: "¿Qué va a pasar?" "¿A qué escuela debería de ir?" "¿Debería de salir con él/ella?". En realidad, Dios quiere darte sabiduría y ayudarte a responder esas preguntas, pero quizás Él no va a susurrarte en tus oídos de inmediato para darte la respuesta simple y clara que estás esperando. Quizás, Él te va a llevar a Su Palabra para darte respuestas, o te va a guíar para que alguien que te hable con sabiduría y te aliente, o te lleve a que pases más y más tiempo con Él mientras luchas con aquel dilema.

También nos pasa que algunas veces pasamos inadvertido la voz de Dios porque no le estamos pidiendo por las prioridades que son importantes para Él. No me malinterpretes, Dios te ama y quiere escuchar absolutamente todo lo que te importa. Pero la máxima prioridad de Dios es atraer a otras personas hacia Él. Vas a leer otra historia donde Elías le pide a Dios por algo grande, una enorme demostración de fuego desde el cielo, y esta no es cualquier petición. Pero, en lo que me quiero enfocar es en la razón por lo que Elías oró así. Él quería que el poder de Dios sea visto por un cantidad grande de personas quienes se habían olvidado completamente de quién era Dios. Esta petición de Elías se trataba de ver a otras personas volver a Dios, y ese es un factor decisivo del por qué Dios respondió de esa manera.

Cuando se trata de pedirle algo a Dios, ¿la gloria de Dios está en juego? ¿Le pides a Dios que Él mismo se haga conocido a tus amigos o que te atraíga más cerca a Él? ¿O tus peticiones están enfocadas en que tu vida sea más cómoda? Si sientes que Dios está extrañamente callado, acércate a Él y revisa el fondo de tus oraciones. Si estás pidiendo por cosas que ponen en el centro a Dios, es más probable que escuches o tengas una respuesta de Él.