Jesús en casa en tu corazónMuestra

Una invitación afectuosa

Cuando Cristo llama a un hombre, le ofrece venir y morir. — Dietrich Bonhoeffer

Permíteme compartir un consejo para una cita. Nunca debes invitar a alguien para una relación con las palabras, "te amo, ven y muere". Pudo haber funcionado para Romeo y Julieta, pero estoy seguro que Shakespeare extrajo todo el romanticismo de esa línea.

Piénsalo: "Te amo, ven y muere".

No luce como un cuadro de un futuro prometedor. No está en una escala muy alta de los peluches mullidos. Viniendo de la persona equivocada, puede provocar que al escucharlo llames a la policía. Pero viniendo de Jesús,"te amo, ven y muere" no es una amenaza.¡Es una extraordinaria invitación a vivir!

He sido crucificado con Cristo y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí.(Gálatas 2:20a)

Deja que eso penetre por un momento. Fuimos llevados a la cruz por Jesús. Por confiar en Él, Su muerte nos corresponde, y la resurrección también. Es sorprendentemente poderoso. Cristo está viviendo, actuando, y guiándonos —enti. "Te amo, ven y muere.. y encontrarás vida."

Es una invitación de Dios mismo que cambia el curso de nuestras vidas. Cambia la esencia de quien somos. No soy más Pete haciendo las cosas para Pete, viviendo para Pete, sirviendo a Dios con los esfuerzos de Pete. Antes bien,la Palabra de Dios y Su Espíritu llamándonos a una experiencia más profunda:

"Porque el quiera salvar su vida la perderá, pero el que quiera perder su vida por mí la salvará."(Mateo 16:25)

Hemos muerto a una vida definida por el yo y estamos viviendo en Cristo. Dicho de otra forma, ¡el viviente hijo de Dios nos habita! ¿No es increíble?

Señor, he estado tratando de salvar mi vida, pero he muerto contigo y Tú me llenas de Tu vida. Has estado vivo en mí todo este tiempo. Señor, te alabo porque no necesito más de mi fuerza. Tú eres mi fuerza. No necesito perseguir Tu Espíritu. Él está en mí. Me inclino ante Ti hoy como quien muere al yo y vive a través de Ti. Por favor, muéstrame el camino que deseas que transite hoy. Amén.