El valor del tiempoMuestra

Texto: Efesios 5:15-16

Al rescate del tiempo

¿Qué es el tiempo? Es la duración de las cosas sujetas a mudanza. Oportunidad de hacer alguna cosa. Esta última definición es la que más queremos detallar. El tiempo para el hombre significa oportunidad. La duración concreta de la ocasión o chance para sacar provecho, dentro de nuestras circunstancias particulares. Y ¿qué es una oportunidad? Es la coyuntura o conveniencia de tiempo y lugar en la que podemos sacar provecho.

El tiempo y la oportunidad están estrechamente vinculados. Cuando desperdiciamos el tiempo, en realidad desperdiciamos oportunidades. "El tiempo es la duración de las posibilidades; pasadas esas posibilidades podemos decir que también ha pasado con ellas el tiempo de aprovecharlas. En tal sentido, no es propiamente el tiempo lo que se va sino la oportunidad de estuvo a nuestro alcance y ya no volverá a estarlo” (Asdrúbal Ríos).

Ahora, aprovechar las oportunidades demanda andar con diligencia en el uso del tiempo. La expresión “aprovechar (o redimir) bien el tiempo” no es una idea vaga o abstracta. No se está hablando del tiempo en general. La palabra griega para tiempo es la palabra kairos, que indica un tiempo de especial significación, de crisis u oportunidad, que puede pasar pronto, por lo que hay que aprovecharla mientras dure. Esto implica aprovechar la oportunidad en el tiempo maduro y oportuno, que está disponible por un momento. 

La palabra griega para aprovechar o redimir es exagorázo (lit. comprar). El término más preciso para traducir “aprovechar el tiempo” es comprarlo o rescatarlo. Otra lectura puede ser: comprar la oportunidad. Este es un término tomada de los comerciantes y mercaderes que, diligentemente, observaban los tiempos y circunstancias, para encontrar la mejor época para sus mercancías y productos. 

Los cristianos necesitan actuar como buenos administradores de su tiempo; y estar a la caza de mejores oportunidades para servir al Señor; para crecer en todo sentido.

Redimir (aprovechar) el tiempo implica rescatar el tiempo de su caducidad. El tiempo fue puesto delante de nosotros para usarlo con sabiduría, para capturarlo y rescatarlo de todos los propósitos innobles y vanos que pudieran hurtarlo o desperdiciarlo.