Entrena tu espírituEjemplo

No solo lo intentes. ¡Entrénate!

Ya tenemos el amor y la aceptación de Dios. Nos entrenamos para ser más fuertes y tener el poder de vivir y amar como Él, no para que Él nos ame más.

Así como un corredor corre para ganar una carrera, y un atleta entrena para hacerse más fuerte, ¡podemos crecer en Dios mientras entrenamos nuestro espíritu a propósito! Podemos aprender a aprovechar el poder de Dios mientras leemos la Biblia, oramos y dedicamos tiempo a escuchar a Dios. ¡Y podemos confiar en la fuerza de Dios para que nos ayude a lograrlo!

Hablar de ello: ¿Cuáles son algunas formas en las que puedes entrenar tú espíritu?