Dinámicas de una madre  Muestra

Madre, profetiza sobre tus hijos 

Aquello que dices a tus hijos es poderoso porque tus palabras los marcan, por eso hasta el nombre de los hijos son importantes. Escojamos los nombres con cuidado, que tengan sentido y propósito. Si tenemos hijos proféticos, con destino y que marcarán las generaciones, que sus nombres tengan sentido de lo que son, serán y manifestarán.  

Debemos dejar de hablar palabras corrompidas y producir las palabras que producirán la realidad de los propósitos de Dios en tus hijos. El rumbo de la vida de muchos fue delineado por las palabras que se expresaron y han sido limitados por eso que escucharon y pusieron frontera a las capacidades.  

Las madres deben convertirse en agentes sanadores a través de las palabras que salen de su boca, si no era parte de su cultura ahora tómenlo como la cultura de esta redención que recibimos. Cada madre debe profetizar sobre sus hijos los propósitos de Dios, utiliza tu boca como un instrumento que produce sanidad. 

La palabra es el poder creativo, si la utilizas para declararla sobre tus hijos creas las realidades del espíritu. Al entender eso creamos para nuestros hijos un mejor presente y futuro. Dios creó las cosas y las sostiene por el poder de su Palabra. Madres, creen un destino sobre sus hijos desde el vientre para que se convierta en parte de sus vidas.  

El árbol de vida es Cristo, nuestra boca debe expresarlo a él. De nuestra boca debe salir el orden divino, sabiduría, sanidad y el destino de los hijos. La única manera que Dios tiene para crear algo es su Palabra, y es la herramienta que nos dio. Las palabras contienen cargas divinas para crear realidades nuevas.  

La oración es la declaración de los propósitos de Dios sobre la vida de los hijos y eso cambia las condiciones y circunstancias. Son declaraciones alineadas al propósito de Dios y a su buena voluntad y al declararlas en nuestros hijos los alineamos con ese propósito. La oración que sale de la boca de las madres para la vida de los hijos es poderosa y debe ser continúa. Cada madre debe ver a su hijo cumpliendo los propósitos de Dios. 

Reflexionemos 

¿Profetizas sobre tus hijos cosas buenas? 

Oremos 

Padre amado, te doy gracias por cada madre que ha leído este devocional, que sus palabras edifiquen permanentemente a sus hijos, que hablen con sabiduría y construyan para ellos un futuro lleno de bien.  

Este plan devocional se escribió basado en una predicación del pastor Gerardo Cárdenas, si deseas ver el sermón completo, visita el siguiente enlace Clic aquí