[El propósito eterno] Ser efectivos y productivos en nuestra razón de serMuestra

Dios revelado en Cristo

Hoy la iglesia es más la expresión de un hombre que la expresión de Cristo, la iglesia tiene que ser vista desde un elemento espiritual, porque tenemos que entender que las cosas espirituales son la sustancia y la realidad misma de la vida de Dios. Quien nos hace entender muchas de las cosas espirituales a través aún de las naturales y hay cosas que no podemos ver, pero son reales en lo natural. No puedes ver el viento, pero es una realidad en este ámbito natural, en lo espiritual hay cosas que tú no puedes ver, pero son una gran realidad y son mucho más reales que lo que se percibe en lo físico. 

El amor de Dios, la justicia de Dios, la verdad de Dios, la ciudad de Dios, el reino de Dios, son cosas espirituales que son reales porque revelan la esencia y la totalidad de todas esas cosas espirituales. Dios revelado en Cristo es la esencia y la realidad de todo lo espiritual, porque Dios es espíritu. En la medida que podamos percibir y entender la realidad de Cristo, él tiene aparición, se manifiesta en nuestra vida. 

No podemos entender la realidad de esa vida hasta que no haya expresión de ésta y para eso necesitamos que Cristo aparezca, se haga conocer. Lo que Pablo recibió cuando Jesús lo llamó y le dijo, «yo te he escogido para que veas al justo, para que oigas su voz y para que seas ministro». Le dijo «de las cosas que me he aparecido», pero también, «de las cosas en que me apareceré a ti», él ha visto, recuerda la visión que tuvo, pero le dice que va a ser testigo, ministro de aquellas cosas; todavía no has visto todo en lo que me apareceré a ti, él concibió todas las cosas espirituales, no en algo sino en alguien, en Cristo. 

Vas a ser testigo solamente de lo que es evidenciado, manifestado, en lo que me apareceré; no le dijo yo te voy a destinar ministro y testigo mío porque tú vienes de un trasfondo religioso, tienes credenciales en el judaísmo, no, nada de esto; era Cristo el que tenía que aparecerse a él y por eso le fue revelado. Dice en Gálatas 1 su experiencia, ese «Dios que le plació revelar a su Hijo» no a mí sino Cristo y desde ahí es donde viene la concepción de la realidad del evangelio eterno que Pablo predicaba. Era testigo y ministro de algo revelado, se había aparecido porque lo había visto y Pablo nunca concibió el evangelio con palabras, doctrinas acerca de Cristo, el evangelio de Pablo y su predicación no fueron los milagros y los relatos de Jesús de Nazaret. El evangelio de Pablo fue la revelación de Cristo en él.  La totalidad de estas cosas espirituales es cuando Cristo es revelado en nuestra vida.