Tengo confianzaMuestra

Nuestro Dios siempre nos ayuda

La fecha límite se acerca, la cuenta bancaria se agota, un hijo deambula, un matrimonio se enturbia, el proyecto final se avecina, la esperanza revolotea, y una voz en tu mente dice: "Está vez estás solo". Nada destruye la confianza tanto como la noción que la única cosa que separa tu vida de tu mayor temor eres tú. ¿Por qué? Porque en el fondo, debajo de un montón de frentes duros y la confianza disfrazada, sabemos que estamos demasiado débiles y quebrantados para reprimir una avalancha de desánimo.

Bueno, eso fue deprimente. No, espera, no lo es. Esta idea de que no podemos hacerlo solos en realidad promete consuelo para los solitarios y descanso para los cansados. Dios no tenía la intención de que lo hiciéramos solos. Cuando nos damos cuenta de que no podemos, abrimos las compuertas a Aquel que sí puede. Su poder se perfecciona en nuestra debilidad. Podemos ser frágiles, pero Él es fuerte. Podemos estar vacíos, pero Él nos llena. Él es nuestra constante ayuda en tiempos difíciles. Él es nuestro Consolador en los lugares más bajos, y Él es quien dice: "¡Oye! Acuéstate y descansa junto a este apacible arroyo". Él No es, quien dice: "Esta vez estás solo". De hecho, estoy confiado porque Él es quien dice: “Yo estoy contigo siempre".

Intenta esto: Piensa en enfrentarte a la cosa que te hace sentir más incómodo en este momento. Ahora, date cuenta que no tienes las fuerzas para enfrentarlo solo y confía en Dios mientras das el siguiente paso.