Tengo confianzaMuestra

Nuestro Dios siempre está de nuestro lado

Las películas, los libros, la cultura, y la gente que amamos nos han dicho: “solo sigue a tu corazón". Hay un problema, nuestro corazón busca su propio bien. Podemos ayudar a otros, porque se siente bien. Podemos amar a nuestros hijos, porque ellos nos aman. No hace falta decir que el amor egoísta puede ser muy feo. Ser tu propio guía por la vida es una forma agotadora, interminable y siempre deseosa de vivir. Entonces, ¿cuál es la alternativa?

Puede que hayas oído que la opción B es hacer lo mejor posible para agradar a Dios, de modo que puedas tener una buena vida e incluso eterna. Esto también es muy egoísta: "trabajo duro para agradar a Dios para poder tener ______". En cambio, ¿qué pasa si: "agradamos a Dios, gracias a lo que Él hizo por nosotros a través de Jesús?". No seguimos nuestro corazón; seguimos el Suyo.

No vivimos para la aprobación de Dios. Vivimos de Su aprobación. Cuando Dios nos dio a Cristo, nos quitó el poder para obtener más de Su aprobación. Cristo se convirtió en la medida del lugar del creyente con Dios. ¿Ahora qué? No podemos construir nuestra confianza con buenas obras para otros. Pero tampoco puede ser derribada por malas palabras de otros. Si Dios es con nosotros, ¿quién estará en contra? Si Dios dio a Su único Hijo por nosotros cuando aún eramos culpables, ¿qué perdonaría por nosotros? No tenemos que vivir por nosotros, porque Jesús murió por nosotros. De hecho, nuestro Dios siempre está de nuestro lado. Estoy seguro. No por lo que hacemos, sino por quién es Él.

Considera: ¿Hay algo que pienses que estás haciendo por Dios y que en realidad puede que estés haciéndolo por ti mismo? ¿Cómo puedes empezar a vivir desde Su aprobación?