[Serie Confiado] Confianza en lugar de cargaMuestra

Confiar en uno mismo

Cuando nuestros corazones están llenos del amor de Cristo por nosotros, podemos tener confianza en nosotros mismos. Podemos confiar en los dones y habilidades que Dios nos ha dado. Podemos confiar en nosotros mismos porque Dios nos ama. Los depósitos de nuestro corazón no están llenos de dinero, éxito o incluso de confianza en nuestra asistencia a la iglesia. Las reservas de nuestros corazones están llenos de la lluvia del amor de Dios.

La confianza en uno mismo basada en el amor de Cristo no es orgullo ni arrogancia. Por el contrario, las personas orgullosas y arrogantes son bastante inseguras. Es esta profunda inseguridad secreta la que los lleva al orgullo, la arrogancia y la autopromoción. Solo las personas que realmente creen en el amor de Dios por ellos, tienen confianza en sí mismos y pueden amar a los demás. Como dijo C. S. Lewis: "La humildad no es pensar menos de ti mismo, sino pensar menos en ti mismo". Cuanto menos se preocupe una persona por demostrar su propio valor, más podrá cuidar libremente de los demás y del mundo que lo rodea. La lluvia del amor y salvación de Dios debe caer sobre nuestros corazones, antes que nada, solo así seremos lo suficientemente seguros como para amar a los demás.

Cuando estamos llenos del amor de Dios, también podemos entendernos verdaderamente a nosotros mismos. De esta manera, una persona que confía en el amor de Dios se convierte en un auténtico regalo para el mundo que lo rodea. Dichas personas saben que Dios los creó con un propósito y les dio dones para llevar a cabo la misión asignada. Al tener una verdadera confianza en sus habilidades dadas por Dios, estas personas pueden funcionar plenamente en su llamado divino. Esta es una bendición para la Iglesia y una bendición para el mundo. Necesitamos conocer el amor de Dios hacia nosotros. Entonces, estaremos seguros de seguir siendo la persona que Él ha determinado que seamos sin importar lo que pase. Las personas que confían en el amor de Dios por ellos, no ceden a la presión de grupo ni se preocupan por las opiniones de los demás. Cada uno de nosotros nació siendo un original, no queremos morir siendo una copia.

Cuando llenamos nuestros corazones con el amor de Dios hacia nosotros, bendecimos a otras personas. Puedes ser una mejor madre después de tener tu tiempo a solas con Dios. Un padre puede ser un mejor padre cuando pasa tiempo de calidad con el Señor. Muchos de nosotros estamos vacíos en nuestras vidas familiares o en nuestros lugares de trabajo. Seremos mejores, más seguros y más amorosos, cuando llenemos los depósitos de nuestros corazones con la Palabra y el amor de Dios.