Unidos en CristoMuestra
Pacificadores en Cristo
Cal y Lisa Jernigan
Imagina que hoy tuvieras la oportunidad de ver el mundo a través de los ojos de otra persona, ¿cuántas lecciones importantes y transformadoras podrías extraer de esta experiencia? Hoy, queremos invitarte a ponerte los "lentes de la unidad" y a comenzar a verte como un bendecido pacificador.
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9) NVI.
Durante los últimos años, hemos participado en el trabajo de la pacificación. Si bien hay muchas aplicaciones, nos hemos sentido especialmente atraídos por el Medio Oriente y, más específicamente, el conflicto israelí-palestino. Este no ha sido un viaje fácil para nosotros, tanto personalmente como para nuestra iglesia.
Hacer las paces puede ser (y generalmente lo es) desorientador e incómodo, ya que uno debe ingresar al mundo de otra persona y comenzar a ver el mundo a través de sus ojos y comprender sus "lentes". Es mucho más fácil, simplemente, optar por no hacerlo, y decir que esto es bueno.
Sin embargo, a partir de este conflicto en Tierra Santa, hemos visto el reino de Dios y Su corazón por las naciones de una nueva manera: convincente y atractiva. Nos hemos reunido con diferentes personas dispuestas a escuchar y aprender en una gran variedad de espacios: hogares, campamentos de refugiados, asentamientos, iglesias, mezquitas, sinagogas y oficinas gubernamentales. Hemos escuchado a personas hablar de inimaginables sufrimientos y pérdidas. También nos hemos sentado con los pacificadores más increíbles, que trabajan incansablemente, creyendo que la paz es posible y que valen la pena los sacrificios.
Reflexiona
Nuestro viaje de aprendizaje para vivir como pacificadores cotidianos nos ha llevado a hacernos algunas preguntas difíciles. Una de estas preguntas importantes es: "¿Cómo amamos al ‘prójimo’?”. Esta es una pregunta a la cual, tanto nosotros como nuestra iglesia, nos estamos desafiando a entender y vivir: ¿Quién es el prójimo?
Considera
El prójimo es quien es diferente de nosotros: el de una fe diferente, una etnia diferente, color de piel, de género... El número de "prójimos" que podemos hallar no tiene fin. Todos somos muy diferentes si piensas en ello. La lucha es aprender a amar "al otro" porque es diferente, no a pesar de su diferencia. Este es un viaje que necesitamos emprender si alguna vez vamos a marcar el comienzo de la paz y de la unidad, si vamos a marcar la diferencia en este mundo. La unidad no se trata de estar totalmente de acuerdo, sino de entablar un diálogo para escuchar y aprender, sin la necesidad de debatir. Forma parte de nuestro esfuerzo permanecer en amor, valorar el sacrificio de Jesús y guardar Su mandamiento.
Oración
Amado Padre, gracias por dar el ejemplo. Gracias, Jesús, por ser el mejor pacificador. Rezo para que, como hijo tuyo, tu amor me enseñe a ser un pacificador dondequiera que esté. Amén.
Acerca de este Plan
¿Qué pasaría si el mundo nos conociera por nuestro amor y no por nuestros desacuerdos, división y nuestra necesidad de tener la razón? ¿Y si nos concentráramos en nuestros puntos en común en lugar de en nuestras diferencias? Descubre un creciente movimiento del Espíritu Santo avivando los corazones de protestantes, católicos, ortodoxos y personas de diferentes denominaciones, para cumplir la oración de Jesús: que sean uno como nosotros somos uno.
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Nos gustaría agradecer a John 17 Movement por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.newcitypress.com/john-17.html