Escóndete Un PoquitoMuestra

El buen Pastor nos conoce por nombre, por eso debemos procurar discernir su voz en medio de tantas voces y ruidos que escuchamos a diario.

La verdad del poder del evangelio de Jesucristo celebra el hecho de que Dios el Padre nos rescató y salvó para vida eterna y nada ni nadie podrá arrebatarnos de su mano. Si bien es cierto que mientras estemos “envueltos en piel” tendremos problemas y aflicciones, Jesús prometió que Él sería nuestra torre fuerte, nuestro más alto escondite, nuestra fortaleza, nuestro refugio. 

El Salmo 91 nos da una idea de los peligros de los que Dios está dispuesto a librarnos si decidimos hacer de Él nuestro refugio en medio de la tormenta:
• "La trampa del cazador".
• "Pestilencia mortal".
• "El terror de la noche".
• "La flecha que vuela de día".
• "La peste que acecha en la oscuridad".
• "La plaga que destruye al mediodía".
• “Mil pueden caer a tu lado”.

Elegir a Dios como nuestra seguridad no significa que las luchas cesarán. La cueva no disminuye la intensidad de la tormenta afuera. No calma los truenos ni detiene los rayos ni evita que llueva. Pero sí nos garantiza que el reino está a salvo en las manos del rey.

Al final todo estará bien, Jesús promete que no habrá pérdida que sea eterna, derrota que no sea transitoria, desilusión que sea concluyente. El sufrimiento, la soledad, las crisis, forman parte del viaje, pero el reino de Dios conquista todos estos horrores.

Recuerda: Quien habita en el refugio del Altísimo descansará a la sombra del Todo Poderoso. Diré del Señor: "Él es mi refugio y mi fortaleza, mi Dios, en quien confío".

Quiero darte las gracias querido (a) amigo (a) por completar este plan devocional. En ConociendoaDios.net oramos por ti, y nuestro deseo de corazón es que haya sido de bendición para tu vida.

Con amor en cristo,

Pr. Juan Carlos Calle / Conectar.conociendoaDios.net   

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