Lo Hizo Por Amor A TiMuestra

 La plenitud en Él.

Nuestro calendario reconoce el hecho de que hace más de dos mil años, la historia de la humanidad fue dividida en dos: un antes y un después de Cristo. Mientras el vasto universo no puede ni siquiera comenzar a definirlo o medirlo, el Dios invisible de la creación ha hecho conocida su imagen y semejanza en el único espacio posible donde su ser podía ser completa y exactamente revelado: ¡La vida humana, Jesús hecho hombre!.

Y lo maravilloso es que el Dios hecho hombre hizo visible la misericordia y el perdón de Dios; en su forma humana, Dios curó, consoló y comprendió al ser humano, dio esperanza, trajo a todos las realidades del cielo y se interesó por la historia de cada hombre, se hizo personal, relacional, como hace un buen padre y una buena madre hacia cada uno de sus hijos.

En sus planes, Él rompió el silencio que nos separaba, no esperó a que fuéramos a Él, sino que Él se puso en movimiento hacia nosotros, nada lo distrajo de su objetivo, ni siquiera nuestros pecados. Dios es así: “Él da siempre el primer paso”, aunque la fe no es una invitación a recibir al Hijo de Dios en nuestras vidas, es la maravillosa noticia de aceptar su invitación a unirnos a Él, “Como somos y a pesar de lo que somos”, con la revelación de su amor que sin duda no nos dejará igual. 

Jesús vivió las realidades cotidianas de la gente más sencilla como tú y como yo. En su amor, Jesús se conmovió ante la multitud que parecía un rebaño sin pastor; lloró ante el sufrimiento de Marta y María por la muerte de su hermano Lázaro; llamó a un zelote “guerrillero” como discípulo suyo; sufrió también la traición de un amigo. Y como sumo sacerdote se identificó completamente con cada uno de nosotros en el contexto de nuestras frágiles vidas humanas. 

Jesús no vivió su amor por nosotros de modo pasivo, por el contrario, cada día, cada instante en todo lo que dijo e hizo reveló la iniciativa del amor de Dios con el fin de reconciliar a la humanidad hostil consigo mismo; al final, la misión de Jesús no era cambiar la mente de Dios con respecto al hombre, sino cambiar la mente del hombre con respecto a Dios.

Queridos amigos, sin duda hoy es un día maravilloso para recordar y celebrar que Jesucristo hizo todo lo anterior y hace mucho más a diario, aunque no lo notes, por lo que hará todavía más por amor por ti y por mí.