Lo Hizo Por Amor A TiMuestra
María de Betania.
Entramos a la recta final del inicio de la Pasión de Cristo, hoy recordamos hechos como la cena de Jesús en casa de María en Betania. Un día para buscar de forma intencional un espacio de intimidad con Jesucristo, nuestro Señor, y a la vez poder ofrecer sacrificios de adoración y gratitud como perfume de olor grato por su obra redentora.
En unos pocos versículos que registra el encuentro de Jesús en casa de Marta y María, están representados distintos aspectos del culto: La presencia del Señor, los creyentes resucitados con Cristo, la comunión, el testimonio, el servicio y la adoración.
En primer lugar notamos la presencia del Señor presidiendo aquella cena. Al fin y al cabo, la habían organizado en su honor y para tener comunión con Él. Vemos también a Lázaro, quien había estado muerto pero al que el Señor había resucitado. Él era un testimonio vivo del poder del Señor y representa a aquellos que estando muertos en sus pecados han sido resucitados juntamente con Cristo.
Marta servía, expresando de ese modo su amor y gratitud para con el Señor. María, por su parte, tenía su propia forma de manifestar su amor y devoción al Maestro; ella lo iba a hacer entregando aquello que tenía de más valor a los pies del Señor. En esto consiste la adoración, en entregarle a Cristo todo lo que somos y hacemos.
El apóstol Pablo recurrentemente nos invita a través de sus cartas a caminar: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe». Ciertamente la vida es un camino, pero no es un camino incierto y sin destino fijo, sino que conduce a Cristo, meta de la vida humana y de la historia. Por este camino llegamos sin duda a encontrarnos con Aquel quien entregó su vida por amor, y por amor también nos abrió las puertas a la vida eterna. Queremos alentarlos a través de estas reflexiones a fortalecerse en la fe que da sentido a nuestra vida y a avivar sus convicciones, para así poder permanecer firmes en el camino de la vida.
Acerca de este Plan
Pasión, crucifixión, pascua y ascensión, son momentos centrales en nuestra fe. La Semana Santa nos recuerda el costo que Jesús estuvo dispuesto a pagar para obtener nuestra libertad y poder restaurarnos a una correcta relación con Dios. Descubre en este plan devocional de ocho días cómo podemos estar más «Arraigados, edificados y firmes en la fe, gracias a la obra consumada de Jesús en la Cruz».
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://conectar.conociendoadios.net