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¿Alguna vez te has sentido frustrado con algunos de los miembros de tu familia? Tal vez desearías que tus hermanos no pelearan tanto. O tal vez te cuesta llevarte bien con tus padres. ¡Tal vez sientes que nadie en tu familia te entiende! La buena noticia es que nunca tendrás que enfrentarte solo a esas frustraciones en tu vida. Dios está contigo, y por eso, puedes recurrir a Él para que te ayude a elegir la respuesta correcta cuando te sientas frustrado. Él siempre está obrando en ti para ayudarte a elegir cosas como la alegría, la paz, la amabilidad, el autocontrol y mucho más. Hoy, acuérdate de las buenas cualidades que Dios pone de manifiesto en todos nosotros. ¡Recuerda que incluso cuando sea difícil, Dios también puede hacer relucir esas cualidades en ti!