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Es muy fácil quedar atrapado en las cosas del mundo. Es fácil medir lo que tenemos o no con lo que el mundo nos dice que es importante. Cuando medimos nuestras vidas con los estándares del mundo, siempre sentiremos que nos estamos quedando cortos. Para modificar la forma en que nos vemos a nosotros mismos, tenemos que cambiar nuestras mentes. Tenemos que renovarlas. Tenemos que elegir nuevos pensamientos. Cuando nos encontremos tentados a pensar que no somos lo suficientemente buenos, que no tenemos lo que hace falta o que nos estamos quedando atrás, podemos pedirle a Dios que nos dé nuevos y verdaderos pensamientos. Esta semana, pídele a Dios que renueve tu mente y cambie tus pensamientos acerca de quién eres y qué te ha dado.